El Valencia Basket debutará mañana en la Euroliga en un encuentro contra el ASVEL Villeurbanne al que podrán asistir hasta 400 espectadores por las limitaciones de aforo que existen por la Covid-19 y que será el primero que juegue con sus aficionados en las gradas desde hace siete meses. Un motivo de alegría para el club y para el baloncesto.