El deporte base y escolar de la Comunitat Valenciana espera impaciente la confirmación de la Generalitat sobre la decisión de la Conselleria de Sanitat de aplazar las competiciones hasta el 1 de enero de 2021. Así se lo comunicó el director general de deportes, Josep Miquel Molla, a las distintas federaciones deportivas el pasado lunes en una reunión. La decisión, justificada en la incertidumbre sobre la situación sanitaria derivada de la pandemia de la Covid-19, estaba ese día tomada: aplazar todas las competiciones de todos los deportes en los que participan niños de hasta 12 años. Es decir, tanto los federados como los campeonatos escolares prebenjamines, benjamines y alevines. No afecta al resto de categorías, de infantiles (13 y 14 años) hacia arriba, que podrán desarrollar las competiciones respetando los protocolos marcados.
La prórroga para el inicio del deporte base hasta alevines es el resultado, a falta de confirmación, de nuevas limitaciones en la resolución de Sanidad del pasado 26 de junio, en la que establecía las condiciones para practicar deporte en todo el territorio de la Comunitat Valenciana. Unaresolución que permite, hasta hoy, entrenar y competir en todas las edades bajo una serie de limitaciones. Ahora, Sanidad se plantea recortarlas con la prohibición de la celebración de todos los partidos, tanto oficiales como amistosos para las categorías de menos edad, hasta el primer día del próximo año. Por lo tanto, todos los deportistas, hasta los 12 años, pueden continuar entrenando, pero no jugar encuentros. Además, se establecería que, a partir del 1 de enero, se disputasen partidos cada 10 días. Es decir: semana sí, semana no. Desde el Consell recuerdan que, para entrenar, se debe disponer de la licencia pertinente para estar cubiertos por las mutualidades.
La decisión afecta en mayor medida a los deportes de equipo, como el fútbol, baloncesto y balonmano, que cuentan con mayor número de federados. Sólo en fútbol 8, el sector más afectado, hay 35.000 licencias de chavales futbolistas sobre el total de 105.000 fichas federativas. Es decir, cerca de un 30 por ciento. En baloncesto se quedarán sin competir unos 9.000 niños del total de 44.000 licencias. Sólo en la Comunitat Valenciana se jugaron 1.500 partidos amistosos de fútbol base la semana pasada; unos mil, la anterior. Los equipos llevan dándole patadas al balón todo el mes de septiembre.
Desde la Generalitat, sin embargo, está tomada la decisión de optar por la prudencia y por posponer el inicio del deporte escolar hasta que los datos de contagios e ingresos sean más benévolos y una vez que se compruebe cómo responden los escolares.
La resolución deja claro que los deportistas no pueden participar en categorías superiores. Es decir, un alevín no puede competir en infantiles ni en ninguna categoría hasta el 1 de enero. Tampoco se establecen distinciones entre el deporte individual y colectivo, o si es de contacto o no. Afecta igual, por tanto, al tenis que a las artes marciales. Ante la duda de si esta norma afecta a los campeonatos de España, el Consell ha prometido una aclaración.
La comunicación de este cambio inmediato en la resolusión por parte del director general de deportes alas federaciones tuvo respuestas encontradas. Son varias las que entienden que la cancelación parcial de las competiciones tendrá más perjuicios que beneficios y que, bajo los protocolos ya establecidos, no tiene porqué aumentar el número de contagios.
Otras comunidades tomaron ya decisiones drásticas al respecto. Es el caso de Madrid, que ha «cerrado» todas las competiciones deportivas hasta enero, excepto las profesionales. La Comunidad de Murcia no ha vuelto a permitir la celebración de partidos después del verano, mientras que el deporte base del País Vasco está temporalmente suspendido. Navarra está estudiando cancelar todas las competiciones, mientras que en Galicia hay obligación del uso de mascarilla, lo que ha provocado las protestas de varias federaciones.
Ayer mismo, el Gobierno de Cantabria publicó en el BOC un expediente extraordinario en el que se incluye la resolución por la que se interrumpen la competición en el deporte escolar y fútbol federado de categorías inferiores en Cantabria, con la excepción de la División de Honor y la Liga Nacional juvenil.
