Entre curvas y revueltas, bajo la atenta mirada de las sierras de Serrella y de Alfaro, en el Valle de Seta, a unos veinte kilómetros de Alcoi, en la comarca del Comptat un grupo de casas forma el municipio de Fageca, de viejos pobladores moriscos expulsados a primeros del siglo XVII. Allí, entre sus calles estrechas, el apenas centenar de habitantes sigue fiel al Joc de Pilota. Lo hacen a la modalidad de Perxa, que es la vieja galotxa con rayas, y el saque más corto. La «perxa» parecía irremediablemente perdida, como perdidos entre cumbres y valles se encuentran los pueblos de la montaña alicantina. Un día, a principio de los años ochenta desde el Hotel Reconquista de Alcoi se lanzaron a patrocinar una competición gracias a Ximo Orta y el apoyo institucional de la Diputació d’Alacant. Aquello fue un éxito sin precedentes que salvó los últimos restos y que ,a pesar de algunas depresiones, permitió reconocer a la especialidad y rebrotar con fuerza tras la partida de Armand Verdú, otro de los héroes que lucharon por mantenerla. Hoy, gracias a la Federació de Pilota está plenamente consolidada. Hemos llegado a la edición número treinta. Las razones de esta perseverancia: el compromiso con la herencia y el el respeto a la identidad.

Este domingo los primeros equipos de Castells de Castells y de Tibi se jugaran el título. Los clubes anuncian a sus mejores jugadores pues todos quieren alzar el trofeo de campeones. En el historial destaca el club de Sella, que durante años fue el guardián de la especialidad. Si Godelleta lo fue de la Galotxa y Murla lo fue de Llargues, Sella puede presumir de haber sido el último bastión enamorada de la Perxa. Este año, la situación pandémica se ha dejado notar en las inscripciones y el club de Sella optó por renunciar.

Ismael Vidal es el alcalde del pueblo. Quien llegó a una final del Individual ha lucido durante muchos años el nombre de su pueblo en los trinquetes valencianos. Este fin de semana vuelve a sonar como ejemplo del valor de la perseverancia y la estima a lo propio. Son cien, pero valen por miles.