sasd El Valencia Basket, lejos de confirmar las buenas sensaciones del pasado jueves en la pista del Real Madrid, continuó alimentando las dudas sobre su juego ante el Unicaja. Un partido en el que fue de más a menos y, tras un tramo final en el que no paró de encadenar errores, cosechó su tercera derrota en la Liga Endesa.

Como un ciclón. Así arrancó el encuentro el Valencia Basket. Liderado por Kalinic en defensa y Prepelic en ataque, el conjunto valenciano fue el auténtico dominador del juego durante los primeros compases. Los nueve puntos del esloveno en apenas cinco minutos, junto con el buen rendimiento colectivo a la hora de maniatar al Unicaja, dieron un más que interesante colchón cuando el partido apenas había comenzado (17-5; min. 6).

Luis Casimiro no lo veía nada claro y no quiso esperar más para solicitar su primer tiempo muerto. La decisión del técnico manchego coincidió con las primeras rotaciones locales y, a partir de ese momento, el encuentro cambiaría de manera radical. Dos triples consecutivos de Abromaitis y Bouteille iniciaron el resurgir andaluz que, tras un parcial de 3-13, cerró el cuarto prácticamente en tablas (20-18; min. 10).

Los papeles se habían intercambiado con la segunda unidad ‘taronja’. Ahora era el Valencia Basket el que se atascaba y, lastrado por las pérdidas, no encontraba el camino hacía el aro malagueño. Mucho, por el contrario, había mejorado el Unicaja, que de la mano de Darío Brizuela estaba en disposición de dar la vuelta al choque (24-28; min. 16).

Reaccionó el Valencia Basket, más con orgullo y corazón que buen juego. Pero la defensa y la calidad de hombres como Kalinic o Dubljevic fue suficiente para cerrar un parcial de 9-0 e irse al descanso cinco puntos arriba (33-28; min. 20).

El paso por los vestuarios sólo hizo que confirmar que el encuentro iba a moverse ya hasta el final en márgenes muy estrechos. Primero fue el cuadro visitante, tras una técnica buscada por Luis Casimiro, el que aprovechó dos faltas consecutivas del Valencia Basket para volver aponerse por delante (34-36; min. 22). Con el partido en el barro la irrupción de Dubljevic y, sobre todo Nikola Kalinic, resultó fundamental.

El alero serbio aprovechó los desajustes defensivos con Alberto Díaz para sumar diez puntos consecutivos y dar un poco de aire a los suyos en el marcador (45-40; min. 25). La respuesta en el Unicaja llegó de la mano de Abromaitis, que unida a un triple sobre la bocina de Díaz con apenas dos segundos de posesión dejó el partido completamente abierto de cara al último cuarto (51-49; min. 30).

Un acto de ida y vuelta, donde el intercambio de canastas se convirtió en una constante.Dinámica que, trasncurrido un tiempo, no le fue en absoluto bien a los taronja pues, después de verse con una ligera renta encajaron un parcial de 0-7 que obligó a Ponsarnau a parar el encuentro (59-63; min. 34).

El de Tàrrega, en vista de la situación, volvió a dar entrada a Kalinic. Había que jugarse ya todas las bazas. Sin embargo, y víctima de sus propios errores, con Brizuela a los mandos fue el Unicaja el que llegó al último minuto con todo en la mano para llevarse el partido (64-68; min. 39). Un despropósito de tramo final que trajo como consecuencia la tercera derrota del Valencia Basket en la Liga Endesa.