Horas después de que surgiera un nuevo foco crítico hacia los dirigentes del Valencia CF con el mensaje en redes sociales de Geoffrey Kondogbia, la Tertulia Torino -constituida hace veinticinco años agrupando a más de cuarenta profesionales valencianos unidos por el Valencia- emitió ayer un manifiesto en el que pide «decisión y apoyo» al Ayuntamiento de València y a la Generalitat «así como a la nueva entidad financiera de inminente constitución» –tras la fusión entre Caixbank y Bankia- para contribuir «en todo aquello que la legislación permita» para que el Valencia CF vuelva a resurgir.

En su texto, este colectivo considera que el Valencia se encuentra ante «su encrucijada más difícil» al travesar «el momento social más duro y delicado desde su fundación hace 101 años». «El progresivo distanciamiento entre sus actuales dirigentes, encabezados por el propietario de la mayoría accionarial –Peter Lim- ha llegado a límites insospechados, inimaginables para los aficionados y la sociedad civil que observa desolada una conducta de creciente marginación de todos los estamentos que conforman el valencianismo», indica el manifiesto.

Considera la Tertulia Torino que hay mucho distanciamiento entre la empresa Meriton, propiedad de Lim, y la sociedad valenciana, lo que ha generado «una grieta ya imposible de reparar». En esta línea, opina que seis años después de la llegada de Meriton a Valencia, en 2014, «ni Meriton entró en Valencia, ni Valencia ha entrado en Meriton» y recuerda que las obras del nuevo estadio están paradas y las promesas de compra del actual, incumplidas.

«Las formas en el ejercicio de sus decisiones empresariales acreditan que el club se ha convertido en un mero instrumento, ajeno a los objetivos históricos de nuestro Valencia CF, poseedor de un palmarés propio de uno de los grandes e históricos equipos de España y Europa, y ahora convertido en una factoría de intermediación de jugadores», agregó.

Manifiesto

El Valencia C.F. atraviesa el momento social más duro y delicado desde su fundación hace 101 años. El progresivo distanciamiento entre sus actuales dirigentes, encabezados por el propietario de la mayoría accionarial, ha llegado a límites insospechados, inimaginables para los aficionados y la sociedad civil que observa desolada una conducta de creciente marginación de todos los estamentos que conforman el valencianismo. En sus seis años de ejercicio de tareas dirigentes al frente de un club que une a tantas personas, generaciones y territorios, el distanciamiento de Meriton y de cuantas personas lo representan respectos de los estamentos deportivos, sociales, empresariales y políticos de nuestra sociedad ha generado una grieta ya imposible de reparar. 


El accionista mayoritario, Mr. Lim, no ha entrado nunca a conocer ni a compartir los anhelos, sensibilidades y sentimientos de la entidad por la que apostaron como proyecto deportivo, de tal modo que seis años después, ni Meriton entró en Valencia, ni Valencia ha entrado en Meriton, incumpliendo todas y cada una de las obligaciones que contrajo con la sociedad valenciana al ser la opción elegida para adquirir la mayoría accionarial de la sociedad anónima deportiva en 2014.


El Nou Mestalla está en las mismas condiciones que estaba el día que inició la gobernanza del Club, y el viejo Mestalla observa impávido el incumplimiento de promesas de compra, y cómo la caducidad de las obligaciones contraídas con las Instituciones municipal y autonómica, sitúan al Club en una encrucijada legal de muy difícil resolución. En 101 años de historia no existe precedente alguno de desolación colectiva, social y deportiva como la que el valencianismo padece en estos momentos.


Las formas en el ejercicio de sus decisiones empresariales acreditan que el club se ha convertido en un mero instrumento, ajeno a los objetivos históricos de nuestro Valencia C.F., poseedor de un palmarés propio de uno de los grandes e históricos equipos de España y Europa, y ahora convertido en una factoría de intermediación de jugadores, con el único objetivo de obtención de plusvalías, desmantelado de su alma y sentimientos, y que no puede continuar siendo un laboratorio de experimentos para la obtención de lucro al mejor postor.


En estos momentos resulta más necesaria que nunca la unidad de todo el valencianismo para que entre todos arbitremos los mecanismos adecuados para procurar la mejor fórmula posible para revertir la mayoría accionarial al seno de la sociedad valenciana. En sus 25 años de historia la Tertulia Torino, dedicada a honrar la imagen y prestigio de nuestro Club centenario, no ha conocido señales tan claras de decepción y desafección, y para que esa reversión sea una realidad, fruto del consenso de todas las sensibilidades del valencianismo, y eficaz para devolver la ilusión a una afición desencantada, requerimos que el Ayuntamiento de València, junto a la Generalitat Valenciana, y la nueva entidad financiera de inminente constitución contribuyan con su decisión y apoyo, en todo aquello que la legislación lo permita, para que el Valencia C.F., vuelva a resurgir, y volvamos a ver a nuestro club en el lugar que se ganó con esfuerzo, sacrificio e ilusión.


El Valencia, su escudo, su historia, el nombre y la tierra que representan debe volver a ser nuestro, y eso solo se conseguirá con la generosa unidad de todas las iniciativas recientes nacidas del sentimiento valenciana. La Tertulia Torino, compuesta por valencianistas de corazón, ofrece su modesta e ilusionada colaboración para que esos deseos y propósitos, se conviertan en una próxima realidad.