Este Valencia Basket tiene dos caras. Y ayer volvió a mostrar la peor... y la mejor. Tras el recital en la segunda parte en Kaunas en Euroliga, llegó la debacle en la primera mitad en La Fonteta ante el Casademont Zaragoza. Se jugó con fuego aunque al final no se quemaron tras ir perdiendo de 21 en el tercer cuarto.

Los taronja no veían aro con facilidad y la defensa hacía aguas ante un Zaragoza que encontraba en Seeley, Ennis y Barreiro la inspiración anotadora que les faltaba a los locales. Tal era la impotencia de los locales que el propio Ponsarnau tuvo que perdir dos tiempos muertos en poco más de un minuto. El 17-27 con el que se llegó al final del primer cuarto hablaba por sí solo. .

Los malos porcentajes de tiros de tres lastraban cualquier intento de remontada. El 4 de 16 al descanso lo dejaba claro, pero también la diferencia en el rebote, en las asistencias y en las pérdidas, de nuevo un lastre para un Valencia Basket que concedía canastas fáciles hasta encajar 55 puntos al descanso, con 16 de desventaja (39-55).

Kalinic se echó al equipo a la espalda en el tercer cuarto, con dos triples y diez puntos que permitieron a los locales remontar una desventaja que llegó a ser de 21 puntos. El Casademont Zaragoza ya no veía aro con tanta claridad y en la pintura se iba imponiendo el Valencia Basket poco a poco. un inspirado Labeyrie puso también su granito de arena para seguir creyendo en el milagro de la remontada, con 8 puntos que ayudaron a reducir a diez la diferencia (62-72), aunque Ennis la aumentara para cerrar el tercer cuarto 62-74.

Era difícil pero había partido. Incluso después de que Thompson elevara la diferencia a los 14 puntos al inicio del último cuarto. Una antideportiva y una falta técnica para Klemen Prepelicvolvió a complicar la remontada y le envió al banquillo. Rupnik abrió brecha con un triple (71-79), pero Hermannsson le devolvía la jugada y cuatro puntos de Dubljevic redujeron la diferencia a un solo punto. Y no tardaron en darle la vuelta al marcador los de Ponsarnau,con tiros libres de Vanja Marinkovic y el liderazgo e inspiración anotadora de Bojan Dubljevic y Nikola Kalinic. El milagro de hacía realidad y el Valencia Basket se sobreponía a una primera parte para olvidar.