El valencianismo no se resigna a quedarse cruzado de brazos ante la gravedad de la crisis institucional, económica y deportiva que acecha al Valencia CF, con la acelerada fase de desinversión por parte del máximo accionista Peter Lim, que conduce al club de Mestalla a un incierto escenario de futuro. En los últimos meses se han sucedido los actos de protesta, la aparición de nuevas plataformas y la proliferación de manifiestos de la preocupada masa social. Pero toda esa energía faltaba vehicularla en un plan conjunto de acción que represente a los todos los sectores de la afición. Faltaba unidad. Y ayer se dio el primer paso para la unión de fuerzas con un último fin: lograr que Meriton Holdings corrija su deriva y revertir el dominio accionarial existente en el Valencia para que la sociedad civil recupere el control del club.

Convocados por una figura autorizada como el catedrático de Derecho Financiero y Tributario Juan Martín Queralt, que fue primer presidente de la Fundación del VCF y tesorero del Valencia CF, se reunieron ayer por la tarde en València los principales colectivos representativos del panorama social del club. En la reunión hubo miembros de la Agrupación de Peñas, presidida por Fede Sagreras a la cabeza; así como representantes de las plataformas de protesta «Espíritu del 86» y «Libertad VCF». Asimismo, también participaron de la reunión socios de la peña Viachers, uno de los colectivos juveniles de mayor movilización del valencianismo, y también de la prestigiosa Tertulia Torino, que agrupa desde hace veinticinco años a más de cuarenta profesionales valencianos unidos por su afición al Valencia. Un cónclave transversal, con distintas sensibilidades y procedencias, pero todos ellos con la voluntad de rescatar al Valencia CF de su actual trance.

La reunión fue una primera toma de impresiones generales, después de la movilización de cada colectivo en los últimos meses. Desde la Agrupación de Peñas, que fue repudiada por el Valencia con el desalojo de su local en Mestalla, después de que su asamblea reclamase la dimisión de Anil Murthy como presidente del club. La actividad de «Espíritu del 86» y «Libertad VCF» también ha sido constante. Los primeros lograron agrupar en su manifiesto el apoyo de leyendas del Valencia como Santiago Cañizares, Fabián Ayala, Javier Subirats o Mario Alberto Kempes y anunciaron su intención de fiscalizar la gestión de Meriton Holdings. Por su parte, desde «Libertad VCF» se han ejecutado acciones de protesta imaginativas, aprovechando el efecto viral de las redes sociales, como un velatorio simbólico en la Plaza de la Afición (junto a «Salvem Nostre VCF») o la contratación de unos mariachis para irrumpir en el habitual almuerzo de los ejecutivos de Lim en València, en uno de los bares de los aledaños del estadio de Mestalla. Acciones ruidosas con el objetivo de censar, a través de un portal web, a todos aquellos pequeños accionistas dispuestos a contribuir con sus títulos a la suma del 1% o el 5% del capital social del club: un porcentaje suficiente para fiscalizar la gestión de Peter Lim y poder incluso forzar la convocatoria de asambleas extraordinarias de accionistas. De momento, llevan más de 12.000 acciones censadas.

Por último, la Tertulia Torino dio también un paso hacia adelante en su última sesión, de mediados de octubre, en la que acordaron un manifiesto por el que se pedía «decisión y apoyo» al Ayuntamiento de València y a la Generalitat «así como a la nueva entidad financiera de inminente constitución» (en referencia a la fusión entre Caixabank y Bankia) para contribuir «en todo aquello que la legislación permita» para que el Valencia CF «vuelva a resurgir». En su texto, este colectivo consideró que el Valencia se encuentra ante «su encrucijada más difícil» al atravesar «el momento social más duro y delicado desde su fundación hace 101 años».

La situación que atenaza al Valencia es compleja en su gravedad, pero todos los colectivos implicados manifestaron su abierta predisposición para coordinar esfuerzos de forma sindicada y aumentar de ese modo su influencia ante la mayoría accionarial de Peter Lim, que ostenta el 83% aproximado del capital social de la entidad.