Javi Gracia, entrenador del Valencia CF, ha cambiado definitivamente el chip discursivo. El mercado está totalmente cerrado después de la venta de Geoffrey Kondogbia al Atlético de Madrid. Al menos hasta enero, por fin, Meriton Holdings no puede debilitar más el equipo con nuevas ventas. En este contexto, el técnico está decidido a aparcar cualquier consideración que no afecte a los futbolistas de los que dispone, y a la espera de que la estabilidad ayude a obtener mejores resultados empezando por el partido de este domingo frente al Real Madrid en Mestalla. Gracia cree en su Valencia, lo ve capaz de hacer daño al contragolpe a un rival que ha encajado diez goles en sus últimos seis partidos.

Después de tantas semanas de sufrimiento sin reforzarse mientras se marchaban titulares durante la pasada campaña, el entrenador se congratula ahora de poder «saber al 100 %, por lo menos durante un tiempo, la plantilla que tendremos». «Hasta esta semana hemos estado con esa incertidumbre, se dieron circunstancias que hicieron que no tuviéramos esa estabilidad como equipo, pero no ha sido excusa. Ahora una base estable es algo favorable para trabajar y jugar mejor, para sacar resultados con nuestros recuerdos», dijo Gracia. Aunque precisó que, para él, «la temporada comenzó desde el primer día».

Cabe recordar que el Valencia completó cinco jornadas de Liga con el mercado abierto hasta el 5 de octubre, y luego su agonía se alargó un mes más con la opción que se le dio al Atlético para suplir la pérdida de Thomas tras el pago de la cláusula del ghanés por el Arsenal. Los rojiblancos aguardaron hasta el final para llevarse a Kondogbia por una cantidad muy inferior a la cláusula con los de Mestalla, razón por la que es imposible concretar un recambio hasta el primer día de 2021.

La intención es que el fútbol vuelva a acapararlo todo. Esa es la línea que se ha trazado en las últimas conversaciones entre el cuerpo técnico y los capitanes: José Gayà, Jaume Domènech, Carlos Soler y Gabriel Paulista. El foco se concentra con toda su intensidad en el objetivo de ganar al Real Madrid. No es imposible después de lo demostrado por equipos como Shakhtar, Gladbach o Inter. «Queremos ser ambiciosos», dice el técnico. Para Gracia, el partido es «una oportunidad» de impulsarse hacia posiciones más acordes con el club. «Conocemos la exigencia que supone el Real Madrid. Llegamos tras partidos con buenas sensaciones, mejores que los resultados. Aún así, al equipo no lo veo abatido, sino con una buena actitud y con aportación de todos. En este sentido, quiero agradecer lo que nos aportan los veteranos, que estuvieron con los jugadores. Todos tratamos de crear ese ambiente positivo, de unión, para dar continuidad a las buenas sensaciones», explicó el ex míster del Watford.

Tanto el preparador navarro como los futbolistas, son conscientes de que las opciones de éxito pasan por aumentar la «fortaleza defensiva» ante un rival dominador como es el equipo de Zinedine Zidane, además de hacerle daño al contragolpe.

«Me gustaría aprovechar nuestras virtudes de velocidad y contraataque. Una de las mejores opciones será aprovechar espacios a la espalda y ser rápidos en las transiciones», indicó, aunque a la larga y contra rivales de otra naturaleza también desea ver un Valencia con mejor juego combinativo. «También me gustaría dominar los partidos y control territorial, pero el balón parado, el ataque directo... todos los registros importan».

No habrá cambio de sistema. Sin embargo, Gracia le ha estado dando vueltas a algunas posiciones en el once. Daniel Wass se perfila como reemplazo de Thierry Correia, sancionado, mientras que Racic acompañará a Carlos Soler.