No hay barreras para el fútbol base, pese a que la Conselleria de Sanitat haya prohibido la entrada de los familiares de los jugadores a todos los partidos como medida contra el contagio de la Covid-19. Los padres de los chavales del primer equipo alevín del Històrics de València se las ingeniaron este sábado para ver el partido que sus hijos jugaron en el campo de Los Silos, en Burjassot, un recinto cerrado en todo su perímetro. A Pepe, el abuelo de uno de los alevines, sugirió en el grupo de whatsapp que llevarse una escalera era un buena idea. Fue tan aceptada que casi todos cargaron una en el coche. El “público” rodeó parte del campo con sus escaleras domésticas. Otros buscaron algún hueco entre los muros para seguir el encuentro.

La prohibición de entrada de los padres a los partidos ha sido mal acogida en todo el deporte base valenciano. “”Esto es absurdo. No puede ser que puedas ir a recintos cerrados como el cine, restaurantes o mercados, y que en un lugar abierto y grande como un campo de fútbol, con espacio de sobra para tener un control, no se pueda entrar”, explica uno de los padres. “Es tan fácil con dejar entrar a un familiar por jugador y todo arreglado. Nosotros hemos venido en metro, que estaba lleno, y luego llegas a un campo de fútbol y tengas que subirte a una escalera porque no te dejan entrar a ver su tu hijo. Con un buen control, como había hasta esta prohibición, no hay riesgos”, añade una madre.

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El “público” rodeó parte del campo con sus escaleras domésticas

Desde la Federación de Fútbol se considera un “agravio comparativo” con otros sectores donde sí puede acceder público, tales como la hostelería con un 50% de aforo en terrazas; congresos, ferias y eventos en locales cerrados, con el 50%; teatros y cines, con otro máximo del 50%; y mercadillos al aire libre y centros recreativos, donde también se ha reducido a la mitad la capacidad.