Toni Costa cumplirá en breve los 70 años. A esa edad muchos están como están pero el pelotari nacido en Alcalá del Júcar sigue en plena forma dando guerra en los frontones. Lo suyo no es afición: es pasión incontrolable. En la última competición individual de frontón compitió contra chavales de 18, de 27 o de 34 años. Les obligó a emplearse a fondo, sin concesiones de ningún tipo. Alex, «el paterneret», con 18 años y que tiene todas las trazas de ser el sustituto del actual campeón individual de la especialidad, se las vio y se las deseó para derrotar a su veteranísimo rival. A 41 tantos se llegó a la igualada a 39. El cambio de pelota resultó decisivo. «Me siento feliz de ver la calidad de la gente joven. Hay una gran cantera de pelotaris valencianos y que yo me ponga frente a ellos, qué quieres que te diga, me hace ilusión. Y me respetan compitiendo contra mí como si tuviera su edad», afirma el pelotari nacido en La Manchuela.
Toni Costa le plantó cara a Sevilla en la final individual absoluta de 1989 en Alfafar. Fue subcampeón. Entonces tenía 31 años. En aquellos años le vimos como saque en el torneo de Llargues de Alfara, haciendo el Bot a Galotxa y disfrutando en los trinquetes. Lo suyo era lo mamado en su niñez en aquel frontón de pared única de Alcalá del Júcar. En el 1992 repitió intento en el Individual, también en Alfafar, pero sucumbió ante Canetero. De Sevilla sabemos que de vez en cuando se deja ver por algún frontón. De Canetero, que marcó una época, no conocemos si sigue como aficionado o espectador. Toni Costa sigue al pie del cañón. Seguramente es el pelotari en activo más veterano de la amplia lista de los que están federados. ¿Retirarse? De eso nada. Es personalidad valiente, atrevida, de las que siempre da la cara con la elegancia de un vals, aprendida en los bailes de salón, en los que ha alcanzado triunfos internacionales y del que ha sido profesor distinguido y apasionado. Sin duda esa actividad, a la que se ha dedicado de manera semiprofesional, compaginándola con la del taxi, le ha ayudado a entender mejor el juego de pelota que tiene tanto de arte como de fuerza física.
Toni es emprendedor y lleva el peso organizativo de los festivales que en las fiestas de Alcalá del Júcar, la patria del legendario Campana, se organizan cada año. Ahora nos dice que su aspiración es retirarse en su pueblo, regresar a saborear los paisajes de uno de los parajes más hermosos de España, acariciar las aguas del Júcar que unen aquellas tierras con las valencianas. Dicen que no hay nada que vertebre más que el transcurrir de los ríos y esas aguas que entre frondosos árboles, torres, puentes, encajadas en un valle, nos han traído pelotaris de postín, amantes del más antiguo de los deportes. Campeones de 70 años y lo que les queda…
