Victoria y de nuevo con buenas sensaciones. El Valencia Basket volvió a mostrar su mejor cara europea ante un Panathinaikos que lo puso difícil los tres primeros cuartos, pero que sucumbió al final ante el acierto de Hermannsson y Derrick Williams, quizá en su mejor partido de taronja. Eso sí, si hubo un protagonista fue Bojan Dublevic, desde este martes máximo anotador en la historia del Valencia Basket.

Sin Van Rossom por lesión, Jaume Ponsarnau apostaba de inicio por Vives, Prepelic, Kalinic, Labeyrie y un Dubljevic que estaba a solo cinco puntos de igualar a Rafa Martínez como máximo anotador en la historia del club. Ponsarnau cambió el quinteto al completo antes del segundo cuarto, mientras Georgios Vovoras apostaba por mantener hasta el final a Papapetrou, su jugador más acertado junto a Aaron White, un peligro en el tiro exterior.

Dubljevic anotaba su cuarto punto de la noche tras rebote ofensivo y estaba ya a solo uno del récord de anotación, que no llegó antes del descanso. Los taronja se aferraban al liderazgo de San Emeterio para mantenerse por arriba en el marcador, también con 11 puntos del cántabro antes del descanso.

Eso sí, fue de nuevo Prepelic el que puso la puntilla a los visitantes con un triple casi sobre la bocina y cinco puntos consecutivos que permitieron a los taronja acabar la primera parte por delante (45-41) Pese a la ventaja, Ponsarnau tenía trabajo para el descanso. El Panathinaikos hacía daño con sus rebotes y su torre, Papagiannis, empataba el partido con cuatro puntos consecutivos tras el descanso y dos más tras canasta de Labeyrie.

Papapetrou sacaba provecho de una pérdida taronja para poner al Panathinaikos por delante (47-49), aunque un triple de Prepelic devolvió la ventaja local. Bochoridis resondió con otro triple en un partido enloquecido (50-52) y Vives se sumó a la fiesta del 6,75.

Luego llegó el triple de Dubljevic, el que llevaba el 58-54 al marcador y convertía al montenegrino en el máximo anotador en la historia del Valencia Basket al superar los 5.589 de Rafa Martínez. Sin público, el capitán se llevó los aplausos de los asistentes a tribuna mientras atendía a Ponsarnau en un tiempo muerto.

Hermanson se se echó al equipo a la espalda y, junto a Derrick Williams, fue clave para que los taronja abrieran brecha en el marcador. Ya no pasó apuros el equipo taronja hasta el final.