El Individual se ha llenado de juventud. Tres de los cuatro semifinalistas llegan cargados de la ilusión de los primerizos. Esta tarde, en el Trinquet de Dénia, Puchol II se las verá frente a la poderosa pegada de zurdo de Salva Palau, el nieto de Juliet. Corre por su sangre el nervio de su abuelo, el espíritu de honradez, su decidido empeño en corresponder a las exigencias de la afición. No ha heredado su estilo porque Juliet no era un jugador de portentosa pegada, según dicen los que le vieron, pero sí de impecable sobaquillo y de inteligencia superior para programar el quinze. Su nieto envenena cada golpe para convertirlo en obuses muchas veces irrestables. A ellos se va a enfrentar el maestro de Vinalesa que tiene calidad, poderes y experiencia para detener las embestidas del joven de Alginet.
