El último adiós al astro argentino tuvo un sentimiento sin parangón, con el lloro de su pérdida alcanzado todos y cada uno de los corazones que un día respiraron viendo al ‘Pelusa’. Fue esa misma emoción la que acabó generando las aglomeraciones para poder despedirse y el caos, el mismo que entre disturbios con la policía obligó a tener que acabar el velatorio de Maradona antes de lo esperado. La tensión entre gritos por una leyenda.