El Alba Berlín aprovechó lo que tantas otras veces han hecho los rivales ligueros del Valencia Basket, una bajada notable en la intensidad defensiva cuando los taronja habían jugado 48 horas antes. Solo así se explican los 100 puntos encajados y el mal partido de algunos referentes taronja, aunque la velocidad, el orgullo y los triples hicieron soñar por un momento con una nueva remontada en el último cuarto, que finalmente se quedó a medias (92-100). Con tres partidos en cinco días y la necesidad de repartir esfuerzos, Ponsarnau volvió a apostar de inicio por Josep Puerto junto a Derrick Williams, Bojan Dubljevic y la pareja de bases Vives-Van Rossom que tan buen resultado le ha dado en los últimos partidos.

Los de Aíto, sin embargo, no tardaron en despertar a los taronja con un parcial de 0-7 y cinco puntos del extaronja Luke Sikma. Pero como en tantas otras ocasiones, los locales les devolvieron la moneda con otro parcial de 10-0 por medio de Williams, Dubljevic y dos triples de Vives y Van Rossom. Y ahí, cuando las aguas volvían a su cauce, el conjunto alemán endosó un 2-12 a los taronja que les permitió acabar el primer cuarto con ventaja (21-27) a pesar de recortar diferencias con seis tiros libres consecutivos de Vives y Kalinic.

Stenfansson mantuvo la vida

Vives, el máximo anotador (8) y el único que había jugado todos los minutos, descansó desde el inicio del segundo cuarto con la entrada de Prepelic. Pero fue Hemannsson quien mantuvo a los taronja en el partido con dos triples consecutivos. El esloveno, Kalinic y Pradilla anotaban también en un intercambio de canastas, pero el Alba encontraba facilidades para anotar y lo aprovechó para irse de diez puntos en el marcador (37-47). Los nubarrones llegaban a La Fonteta, pero este equipo nunca baja los brazos y tras un triple de Prepelic, la veteranía y el talento de San Emeterio y de Kalinic permitió a los de Ponsarnau irse al descanso con solo un punto de desventaja (50-51), sacando máximo provecho a sus 11 de 13 en tiros libres.

Con uno de ellos, Van Rossom igualó al aprovechar la técnica a Siva Jr. al final de la primera parte y acto seguido puso por delante a los locales con un triple (54-51). Pero cuando el Valencia Basket volvió a mandar, encajó un parcial de 3-23 que alejó a los de Aíto (57-74), mientras los taronja se veían impotentes para frenar la avalancha de juego del Alba y anotar. Al menos hasta que rompió la mala racha Prepelic. Un espejismo ante la caída general de los taronja, que llegaron a perder de 20 (63-83) y se fueron al último cuarto 18 abajo (65-83).

Solo se podía esperar un milagro como el del Casademont Zaragoza o el Maccabi. Y se empezó a soñar con él cuando los de Ponsarnau aumentaron su velocidad y enlazaron una racha de triples con Prepelic y Tobey (83-92 a 5:20 del final). Los puntos llegaban pero la defensa hacía aguas. Un triple de Tobey puso el 88-96 a falta de 2:40, pero Thiemann y Granger anotaban con facilidad hasta cerrar el partido 92-100. Una oportunidad perdida para acercarse al liderato y alejar aún más al rival más directo para volver a la próxima Euroliga.