Las redes sociales de la pilota, que también las tenemos dan como favorito a Puchol II. El campeón siempre parte como tal. El pelotari de Vinalesa está considerado como el mejor resto del momento porque domina todos los golpes clásicos del trinquet y a diferencia de las figuras de los lejanos tiempos su juego al aire es de mucho nivel. Y todos sabemos, desde los tiempos de Àlvaro que en el mano a mano es fundamental ese juego. Haría mal de La Vega en esperar en el ocho buscando los rebotes. Ni es mejor reboteador que Puchol, ni le va a ganar en lanzar pelotas a las galerías. Por cierto, en esta ocasión estarán vacías y es de suponer que muchas pelotas rebotearán a la cancha por lo que sería buena táctica buscar el quinze por otros derroteros.

En el análisis técnico de una final adquiere una relevancia especial el factor psicológico. Puchol llega con el bagaje de haber disputado varias finales del Individual. Llega a su quinta cita. De la Vega es la primera vez que lo hace. Es pelotari que transmite serenidad, que aparenta controlar todas las situaciones pero la procesión va por dentro. Está a un paso de convertirse en el nuevo rey de este deporte. Pero el paso requiere batir a un campeón muy sólido. Ha llegado el momento del cara a cara definitivo: al fondo el trono y la corona, dos guerreros armados que van a batirse sin más ayuda que su buen hacer, aquellas que salgan de lo más escondido de sus entrañas y su cerebro.

Durante años Sarasol parecía superior en fuerza física e incluso técnica a un Genovés en decadencia pero llegada la final la imponente figura del mito se agigantaba y parecía bloquear las fuerzas del rival. Cuando Sarasol ganó pidió perdón al campeón, como si hubiera cometido un pecado mortal. En aquel año glorioso de 1995, cuando Genovés resucitó para subir a los cielos de este deporte, destrozó a rivales que ya le superaban en el día a día con varias remontadas históricas. Todos recordamos con las igualadas a 55 ante Pigat o ante el mismo Álvaro el “carxot” amistoso de padre a hijo que descargaba Paco y que acababa de bloquear los recursos anímicos del rival. Era como decirle, On vas xiquet? No t’ has enterat encara contra qui estas jugant?...

No creemos que De la Vega caiga en esa debilidad bloqueante ante el rival. Es pelotari curtido, con escuela y con muchas manos. Muchas. Ambidiestro deberá elegir en cada momento qué golpe puede herir a su rival. Puchol ataca con la derecha y con los rebotes, También lo hace y de qué manera con el juego al aire. Puede mostrar más dudas con la izquierda, defensiva, cuando la del aspirante siempre es ofensiva. Ahí puede estar una de las claves de esta apasionante final que a puerta cerrada se juega esta tarde en Pelayo, con las cámaras de A Punt en directo a partir de las 18 horas. No se la pierdan.