Dani Gómez y Roger fueron por primera vez esta temporada pareja en la punta de ataque del Levante desde el inicio. Y el resultado no pudo ser mejor. Ambos marcaron, además el Pistolero asistió y todo salió rodado. Más allá incluso de la expulsión del Getafe, ambos delanteros intimidaron a la línea de cuatro defensas del cuadro azulón. Fuera quien fuera la zaga, tanto uno como otro ofrecieron un arsenal de movimientos. En corto y en largo. Por dentro y por fuera. Y eso dejó claro que su sociedad es total. Tanto dentro como fuera del campo.

La sintonía entre los dos se nota y ante el Getafe demostraron buena conexión en todo momento. Cuando uno la pedía en corto el otro saltaba en largo. Cuando uno iba a la banda, el otro venía por dentro. En definitiva, Dani Gómez lleva pocos meses en el club pero ya parece que conoce a Roger desde hace mucho tiempo. Y lo más importante es el crecimiento del exjugador del Tenerife y Real Madrid. Su primera experiencia en la máxima categoría se ha cocinado a fue lento. Lógico. No es fácil entrar y pisar fuerte desde el arranque, pero Paco López ha gestionado con paciencia su adaptación al grupo.

En ese inicio de curso no tuvo demasiado protagonismo, pero ha ido entrando poco a poco. Y en el momento de crisis de resultados, su protagonismo ha sido mayor, con tres titularidades de cuatro encuentros. Ante el Alavés, Elche y Getafe. Y además, en la única en la que no partió desde el inicio, sus 20 minutos fueron la mejor noticia para el equipo. Saltó al terreno de juego, provocó un penalti, que marcó Campaña, y casi marca un tanto tras una gran jugada personal y disparo lejano.

Por su parte, Roger ha dado una lección esta temporada. De cada problema ha salido más fuerte. Empezó la pretemporada con una lesión y a la vuelta marcó gol y asistió en Pamplona. Después, volvió y contra el Elche tras superar el coronavirus con 15 minutos en un duelo en el que no pudo aportar demasiado. Pero sus dos últimos choques son de un nivel altísimo. Excepcional en Valladolid, sacando a los centrales de zona y oxigenando el juego aguantando balones. Sin gol, porque no pudo tener ocasiones, pero con un enorme trabajo. Y en el cara a cara ante el Getafe abrió la lata y cerró la goleada con asistencia a De Frutos. Recital y lo más importante, tres puntos que invitan al optimismo.

Que el Pistolero y que Dani Gómez se entiendan a la perfección enseña la luz al final del túnel en lo que a generar ocasiones se refiere. Más allá de que la primera fue para la ‘jaula’, la sensación es que hay peligro y con un perfil De Frutos por fuera eso se acentúa. El extremo fue la guinda del pastel y tanto Roger como el ‘21’ supieron aprovechar esa distancia entre líneas del equipo de Bordalás para amenazar el espacio y también la espalda del doble pivote azulón.

Uno de los problemas del Levante esta temporada fue la escasa capacidad goleadora. O mejor dicho, que los tantos siempre cayeran en botas de los mismos futbolistas. Melero, Vezo, Morales y Roger habían sido los únicos futbolistas que habían marcado en los primeros nueve enfrentamientos del equipo esta temporada en LaLiga Santander. En los últimos dos ha habido tres ‘nuevos killers’ en el bando granota: Campaña, De Frutos y Dani Gómez.