Decía Javi Gracia en la última derrota contra el Sevilla que estaba preocupado por la situación del equipo porque la mejora competitiva no va acompañada de resultados por culpa de «detalles». El equipo ha dado un salto de calidad a la hora de competir, no es inferior a nadie, pero no gana. El técnico está satisfacho con el balance defensivo que está demostrando el equipo en los últimos tiempos. Es un realidad que el equipo concede menos ocasiones claras y ha dado un paso adelante para sumar. El problema es que esa estabilidad defensiva no alcanza para ganar partidos. El equipo, de hecho, no suma los tres puntos en LaLiga desde el pasado 8 de noviembre contra el Real Madrid en Mestalla.

Uno de los «detalles» que ocupan y preocupan al cuerpo técnico son los problemas que tiene el equipo en fase ofensiva. Y así se lo ha hecho saber el entrenador a sus jugadores. El equipo se ha estabilizado en defensa concediendo menos a los rivales. Los equipos ya no llegan tan claro a la portería de Jaume Domènech. Sin ir más lejos. El Valencia disparó más entre los tres palos (4) que el Sevilla (3) en el último partido. El equipo ha crecido en fase defensiva. Es más fiable atrás. El problema, como también se demostró contra el Sevilla, es que faltó ‘punch’ en ataque. El Valencia de Gracia ha marcado los mismos goles (13) en desarrollo de juega que a balón parado (12) y ese es un déficil que aleja las victorias. El equipo está explotando a la perfección todos sus recursos de estrategia, pero ese caudal ofensivo no viene acompañado por los goles de jugada. Al equipo le cuesta sorprender al contrario a través del fútbol y eso en muchos partidos ha acabado por convertirse en un lastre.

13 goles en desarrollo de jugada en 16 partidos oficiales esta temporada no da para mucho. En las últimas 7 jonadas de LaLiga -Real Madrid, Alavés, Atlético, Eibar, Athletic, Barcelona y Sevilla- el Valencia solo ha sido capaz de marcar 2 goles de elaboración propia en desarrollo de jugada: el de Manu Vallejo en Mendizorroza a pase de Kevin Gameiro y el de Maxi Gómez en el Camp Nou con asistencia de José Luis Gayà. Sin contar, claro, el gol en propia puerta por Rafael Varane en el Valencia-Real Madrid. El conjunto blanquinegro ha marcado 25 tantos entre LaLiga y la Copa y 12 de ellos han llegado a través de saques de falta, saques de esquina o penaltis. Son los 6 penaltis de Carlos Soler y sus 4 asistencias a Hugo Guillamón (Alavés), Manu Vallejo (Athletic), Yunus Musah (Terrassa) y Mouctar Diakhaby (Barcelona). Además, Gabriel Paulista cabeceó un córner lanzado por Kang In Lee en el debut liguero contra el Levante y Daniel Wass marcó de falta directa ante el Huesca. El balón parado ha significado un verdadero alivio en la primera vuelta, pero si no hay estrategia el Valencia tiene serios problemas para marcar y eso penaliza directamente al equipo en resultados y puestos de clasificación.