No es que los tres puntos sean importantes, es que los necesitamos». Son las últimas palabras de Javi Gracia en rueda de prensa. Desde que llegó al Valencia CF el técnico navarro ha dicho muchas cosas, algunas acertadas o otras menos, y algunas verdades como puños sobre todo en materia de fichajes durante el mercado de verano, pero posiblemente ninguna es tan condenadamente realista.

El objetivo del Valencia CF es evitar el descenso a segunda división. No hay más realidad que esa en el último partido de 2020. Si hasta puede terminarlo en puestos de descenso, si bien para que suceda han de darse muchas combinaciones. La primera que pierda en Los Nuevos Cármenes, que puede suceder sin problemas y para convencerse de ello basta con mirar la clasificación. Fuera de casa el Valencia ha jugado siete partidos y solo ha ganado, ante la Real Sociedad. De los otros seis, tres empates y tres derrotas. Conclusión, siete puntos como visitante. No es de extrañar que la afición, entre la desafección y el enfado, esté al borde de un ataque de nervios. Motivos le sobran.

Y mientras los problemas crecen para Javi Gracia que solo tiene a dos centrales profesionales que son Mangala y Dikahaby ta que Guillamón y Paulista están lesionados y no tiene ningún pivote defensiv puesto que Uros Racic no ha superado sus problemas de vértigo. Y eso es lo que comienza a tener el entrenador navarro, vértigo. Cierto que ya presentó la dimisión en a principios de octubre, pero por algunas de sus palabras, parece no haber superado que el Valencia CF no la aceptara y le remitiese a pagar la cláusula que ambas partes firmaron para romper el contato: «No sé cuál será mi último partido aquí, pero yo sí sé que voy a afrontar cada partido dándole la importancia que merece y creo que los jugadores son conscientes de la importancia del próximo partido». El Valencia CF tiene muchos frentes abiertos y ,muchos problemas en estos momentos.