Aproximadamente año y medio después de que Peter Lim decidiera volver a tomar todas las decisiones de la planificación deportiva, algo que supuso la salida de Mateu Alemany y que el presidente Anil Murthy asumiera el mando de director general, el objetivo del Valencia CF_es no descender a segunda división. Lim y Murthy ‘heredaron’ un equipo que había ganado la Copa del Rey y se había metido por segunda temporada consecutiva en la Liga de Campeones, y lo envían al pozo. Solo ha ganado tres partidos en 16 jornadas, tiene los mismos puntos que el primer equipo en puestos de descenso a segunda y solo tres más que el colista. El equipo de Javi Gracia da la cara y pelea en los partidos, la prueba es que no ha encajado ninguna derrota sonrojante, pero no gana. Y conviene no olvidar que el técnico navarro presentó la dimisión en septiembre porque se sintió engañado por Meriton en materia de fichajes, y se limita a trabajar. Gracia es quien más veces habla en público por no ejerce de portavoz porque no se cree al club y porque no se fía de Anil Murthy. El presidente nada puede aportar en público en estos momentos porque jamás en sus 101 años de historia el Valencia CF tuvo un dirigente tan poco valorado por sus aficionados. De hecho, Murthy es en sí mismo un foco de conflicto, algo que se ha ganado a pulso. El presidente no representa al valencianismo, es solo el representante de Peter Lim en el Valencia CF. Del máximo accionista nada se sabe mientras el equipo camina hacia el pozo.

Paso al frente

Y con este panorama los únicos portavoces autorizados que tiene el Valencia CF son sus futbolistas, y no todos. Hasta ahora el equipo se había comportado de una forma sana, pero durante el partido ante el Granada aparecieron los primeros síntomas de ruptura: Gracia no alineó a Maxi Gómez porque no estaba contento con la actitud del uruguayo en los entrenamientos previos al partido. La respuesta del delantero ha llegado a través de las redes sociales en las que asegura que seguirá «trabajando duro, rendirse jamás están en mi planes».

Por eso no pueden calificarse de casuales las palabras de uno de los capitanes del equipo, Gabriel Paulista, también en redes sociales. El brasileño habla de la responsabilidad que tienen los futbolistas y sobre todo, asegura que el equipo no se va a rendir: «Feliz año 2021. Al valencianismo le deseo un mejor 2021, nosotros sufrimos con vosotros y no vamos a bajar los brazos ni a dejar de dar lo mejor de nosotros. Nuestra responsabilidad siempre está y aunque las cosas no estén saliendo como merecéis y queremos, este equipo nunca va a dejar de luchar hasta que salgan. Aquí nadie se rinde. AMUNT».

Una final el lunes

El brasileño, cuya renovación ya está cerrada, es uno de los pesos pesados del equipo y aparece en público con este mensaje porque es plenamente consciente del peligro que corre el equipo si el vestuario termina por romperse. En este contexto han de interpretarse las palabras de José Luis Gayà, primer capitán, tras la derrota en Granada. Fue duro con Jason y Guedes, a los que recriminó que vieron dos tarjetas rojas evitables: «No nos podemos quedar con dos menos por esas acciones cuando nos estamos jugando la vida».

El Valencia CF se juega la vida el lunes ante el Cádiz en Mestalla y no es momento para que el vestuario se rompa ni para que los futbolistas antepongan sus situaciones personales al interés común del equipo. Gayà y Paulista han salido al paso, y Gracia parece dispuesto a contar con los que quieren, más que con los que pueden. No hay otro camino para el equipo y el club.