El piloto indio Chunchunguppe Shivashankar Santosh se encuentra en estado de coma inducido en un hospital de Riad tras sufrir un accidente durante la cuarta etapa del rally Dakar, informó el equipo Hero. Hace un año, el mismo equipo sufrió la muerte de uno de sus pilotos de motos, el portugués Paulo Gonçalves, durante el Dakar.

El mánager de la formación, Waffi Fischer, informó que Santosh había sido trasladado primero al puesto médico de la carrera y luego al hospital de Riad. Se encuentra estable, aunque en coma inducido. Santosh, de 37 años, que participa por séptima vez en el Dakar, sufrió la caída en el km 135, en una zona de pistas de grava, sobre las 11:45 horas locales.

Con un traumatismo craneal grave, los médicos, a fin de evitar mayores daños, han resuelto inducir el coma farmacológico para reducir su actividad cerebral. Este jueves el piloto indio será sometido a un escáner para medir el alcance de las lesiones.

Por otro lado, otra jornada fallida en la navegación mantiene a Carlos Sainz (X-Raid Mini JCW) lejos de la pugna por la victoria del Rally Dakar en la categoría de coches, cuya corona sostendrá el piloto madrileño al menos hasta el 15 de enero, en el caso de que la meta de Yeda encumbre a un nuevo vencedor. El triplete de victorias del catarí Nasser Al-Attiyah, ganador de la segunda, tercera y cuarta etapas -también del prólogo-, choca con la embarazosa navegación de Carlos Sainz y su copiloto, Lucas Cruz. En la jornada del martes se dejaron 31 minutos. Este miércoles, otros tres. «La navegación no es nada fácil, estamos teniendo realmente dificultades», expuso Sainz a su llegada a Riad, donde se ubicó la meta de la etapa más larga de esta edición del Rally Dakar, con 476 kilómetros de enlace y 337 de especial. La defensa del título pasa, por tanto, para Carlos Sainz por minimizar los errores de navegación y exprimir su Mini. La quinta de las doce etapas que completan el programa de competición de este Rally Dakar, que por segundo año consecutivo se corre en Arabia Saudí, le ofrece una larga especial de 456 kilómetros, con otros 205 de enlace, entre Riad y Al Qaisumah.

Y Joan Barreda recuperó su mejor versión para desquitarse del mal sabor de boca que le dejó la jornada anterior. Barreda dominó la etapa con un tiempo de 2 horas, 46 minutos y 50 segundos y se colocó segundo de la general, a tan solo 15 segundos del francés Xavier de Soultrait (Husqvarna). «Ha sido una buena etapa. Salíamos en posiciones muy retrasadas y sabíamos que era una etapa rápida también, con pocas diferencias, pero al final he podido atrapar primero a Ricky (Brabec, campeón de la prueba en 2020) y después a Pablo Quintanilla en los últimos kilómetros, así que hemos recortado algunos minutos», celebró. Barreda asumió, sin embargo, que este jueves «será otra vez un mal día», porque le tocará «salir por delante» de sus grandes rivales en una etapa algo más corta.