El catedrático de Derecho Juan Martín Queralt, uno de los cabezas visibles de la plataforma De Torino a Mestalla que aboga por un cambio en el reparto accionarial del Valencia, aseguró que harían falta «mucho menos de 200 millones de euros» para conseguir la «democratización» del club y aseguró que ya han tenido contactos con «inversores» interesados en apoyar la operación.

«Hay quien dice que nosotros solo hablamos y que no es un problema de hablar, sino de poner 200 millones. Es una visión equivocada, esto requiere dinero pero mucho menos de 200 millones», señaló Queralt, que apuntó que lo primero es «la asunción del pasivo, que las deudas se paguen, porque hay que pagarlas siempre».

Además, apuntó que ese discurso exclusivamente económico es un error porque «el Valencia es una sociedad anónima deportiva por imperativo legal pero es mucho más que eso, es una emoción, unas vivencias que se han transmitido de padres a hijos».

«Tenemos que hablar con Bankia fundamentalmente. Es un problema difícil de resolver y requiere tiempo y dinero», apuntó Queralt, que dijo que la entidad financiera «debe sintonizar plenamente con este movimiento, encarnarse en la realidad del valencianismo» y que de cristalizar «muchos miles de valencianos pueden convertirse en clientes de Bankia».

«De las reuniones con inversores no podemos decir nada, no hay un acuerdo definitivo y cuando pase se harán públicos, la transparencia la aplicaremos también en este campo», aseguró. El que fuera presidente de la Fundación del club no ve problema en que no haya un único inversor y que los inversores «quieran legítimamente hacer negocio». «Que haya varios grupos que quieran participar en el proyecto no es un inconveniente sino una ventaja, aunque haya que ponerse de acuerdo», destacó.

En cualquier caso, afirmó que el objetivo de la plataforma es «la reversión de las acciones de Peter Lim (máximo accionista del club) a favor de treinta o cuarenta mil valencianistas» pero indicó que esa operación «va de la mano de acabar con el viejo Mestalla, porque no hay otra opción, y terminar el nuevo Mestalla».