La borrasca Filomena ha causado estragos en toda España y mantiene también la incertidumbre sobre el partido que disputan esta noche Valladolid y Valencia CF. Un partido que, en un principio, no tenía nada de frío, al contrario, a cosa está que arde porque los dos equipos llegan en una situación complicada y se están jugando caer en puestos de descenso, pero este sábado, tal como habían previsto los servicios meteorológicos, la nieve hizo su aparición y lo cambió todo. El estadio Nuevo Zorrilla amanecía cubierto por un manto blanco y, aunque al cierre de esta edición no había noticias de que el choque pudiera quedar suspendido o aplazado, todo está en función de la reanudación de los servicios aeroportuarios más que del estado del terreno de juego.

Durante todo el día el personal del Real Valladolid trabajó para reducir la capa de nueve que cubría el rectángulo de juego. Primero con palas y después con modernos mecanismos de calefacción para evitar que se forme hielo debido a las bajísimas temperaturas que se esperan, por debajo de los cero grados a la hora del partido. No hay previsión de más nevadas relevantes, por lo que el vuelo del Valencia partirá a la hora prevista (11:15) siempre y cuando haya seguridad de poder aterrizar, bien sea en Valladolid, en Madrid-Adolfo Suárez o en cualquier otro aeropuerto próximo a la ciudad que se encuentre operativo. Ayer, tanto Madrid como Valladolid permanecían cerrados, lo que obligó al Valencia CF a cambiar de nuevo su plan de viaje. Lo había adelantado al sábado por más seguridad, pero resultó imposible.

Anoche, al cierre de esta edición, en al Valencia seguía sin llegar ninguna indicación en alerta de suspender el vuelo y el partido. En el caso de que el club de Mestalla no pudiera viajar, la primera opción sería aplazar 24 horas el partido y jugar el lunes, tal como ha ocurrido con el Elche - Getafe al resultar imposible que el conjunto madrileño viajase para jugar este domingo a las 18:30.

Si el frío va a ser protagonista, también se puede quedar helado Javi Gracia si su equipo no reacciona y se trae un buen resultado de Pucela. Y bueno no hay otro que no sea ganar, algo que el Valencia no consigue en LaLiga desde que se impuso hace justo dos meses en Mestalla al Real Madrid. Desde entonces, 5 puntos de 24 posibles han llevado al equipo a una situación límite, llegó a ocupar durante horas plaza de descenso y el puesto del entrenador fue objeto de debate en el club tras el último empate en Mestalla ante el Cádiz.

Cuando Manu Vallejo hizo el empate a uno en la última visita a Pucela, minuto 94, el Valencia elevaba a ocho las visitas a Valladolid sin conocer la derrota. Terreno propicio por tanto para dar un golpe de efecto que cambie la espiral peligrosamente negativa en que se mueve el equipo, que en parte rompía el jueves en la Copa con una victoria por 1-4 en Yecla.