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VA DE BO

LA PILOTA, EL BUÑOL Y EL MADRID

LA PILOTA, EL BUÑOL Y EL MADRID

En Buñol han vivido recientemente un acontecimiento deportivo de primer nivel: su equipo de fútbol se enfrentó a un Primera División, el Elche. Le plantaron cara, perdieron por 0 a 1. Pocos después el Elche le empató al Madrid y si el fútbol fuera una ciencia matemática, la diferencia entre el Real Madrid y el Buñol es de un gol. Los primeros van de divos y los buñoleros entrenan después de ganarse el jornal, si lo tienen. Leemos que Sergio Ramos, con 34 años , pide más dinero por renovar con el Madrid del que ahora gana. Lo hace en plena crisis económica, sin espectadores en los campos, lo cual confirma que ser un gran futbolista no conlleva tener un cerebro con el equilibrio virtuoso de la prudencia y el sentido de la realidad. El central del Buñol recibió los mismos goles que el del Real Madrid en Elche. No lo conozco pero no ganará ni para la gasolina.

Hubo un tiempo en que el fútbol, en las categorías regionales, movilizaba a cientos de espectadores. Paco Real me dijo una vez que en un Torrent-Alaquás podían congregarse dos o tres mil personas. En cualquier pueblo los niños eran apasionados seguidores y los domingos por la tarde de los inviernos no había otra diversión. La película El Fenómeno que protagonizó Fernando Fernan Gómez, a mediados de los 50, es el reflejo fiel de cómo se vivía el fútbol en aquellos ya lejanos tiempos. Los pueblos entregaron su alma identitaria a los colores de la camiseta local. Era un movimiento de convivencia, de pasiones, de enfados y de alguna que otra bofetada a los valientes árbitros que, por norma, tenían que soportar estoicamente toda clase de insultos de los espectadores locales a menos de un metro de distancia. Admirables personajes, ejemplo de templanza. Un árbitro de aquellos merecía ser el ministro del interior en una crisis social. Pero el futbol regional ya no es lo que era. Sólo hay espacio mediático para los poderosos.

La verdad es que yo quería escribir hoy de lo que representó la pelota valenciana en la calle Colón de Buñol durante decenas de años. Mientras jugaban pelotaris locales que se anunciaban en el diario y posteriormente cuando en el programa de fiestas no faltaban las dos partidas de Pelota Galocha con los mejores de cada época, los dos días anteriores a la Tomatina. Por allí pasó el Xiquet de Llanera, más de una vez; pasó el legendario equipo de Carlet que encabezada el Roig; pasó el equipo de Alfarp contra el de Godelleta,pasaron los de Montserrat, y hasta profesionales de postín. Buñol incluso participó como club con jugadores prestados en un torneo de La Ribera. Allí se anunció Adríán de Riola Hasta que llegó un año en que dejaron de anunciarse las partidas y nadie se escandalizó; ni pareció echarlas de menos. Los pocos viejos que acudían a la calle Colón se quedaron en casa o se marcharon definitivamente. El Tío Emilio, que era el encargado de recoger y guardar las pelotas fue el último aficionado. Nadie ha recogido el testigo. Por eso quizás me he extendido hablando de que en razón matemática Buñol está a un gol del Madrid.

¿Será por eso por lo que se perdió la Pilota Valenciana en el pueblo donde la bandera local es una cuatribarrada?

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