Fue el primer día de septiembre de 1993 cuando Florencio de Altea, Edi de Murla, Genovés, Pigat, Grau, Sarasol II y Tonico de Murla, bajo la dirección técnica de Vicente Alsina, formaban ante los reporteros gráficos en la calle Mayor de Godelleta. Era la primera Selección Valenciana de Pilota que inauguraba el Trofeo Cinco Naciones, torneo oficioso que asimilaba el nombre del más prestigioso campeonato de rugby europeo. La calle estaba repleta de espectadores que la noche anterior habían asistido atónitos a una Ceremonia Inaugural espectacular ante más de tres mil espectadores y que mostró al resto de selecciones europeas: Francia, Bélgica, Holanda e Italia, el poder de organización y de convocatoria del Joc de Pilota valenciano. La partida inaugural enfrentó a valencianos contra franceses y aunque los galos comenzaron por delante y se adelantaron dos juegos, la reacción de las figuras valencianas no se hizo esperar y acabaron doblegando a la entonces poderosa selección francesa que un año después se proclamaría campeona europea de Llargues. La tarde se completó con el duelo entre Bélgica y Holanda con triunfo de los belgas. Tras recorrer las localidades de Godelleta, l’ Eliana, Oliva y Benidorm se llegó a la final en la plaza del Ayuntamiento entre belgas y valencianos con la televisión autonómica en directo y ante más de dos mil espectadores. Los belgas aceptaron jugar con la pelota de vaqueta y los valencianos vencieron por un «quinze». El saque del fenónemo Marc Sammels salió de la cancha y se resolvió el duelo por unos pocos centímetros. Aquel movimiento que un año antes había iniciado la Sociedad Pelotari de Godelleta, con el patrocinio de José Luis López, en su desplazamiento a tierras belgas de la mano de un jugador belga que conocía y admiraba a Paco Genovés, tomaba cuerpo y se prolongaría hasta la expansión por otras tierras europeas y americanas. Suponía un salto cualitativo de gran importancia para la vieja y casi olvidada modalidad de Llargues que, a partir de entonces, se convertía en la más internacional de todas las valencianas, la que era capaz de competir con otras regiones europeas y americanas. Posteriormente se incorporó la modalidad pactada de Juego Internacional, a propuesta de la Federación de Países Bajos y ya en el año 2003, en el Europeo de Francia su federación incorporó el One Wall, convertida hoy en la modalidad más extendida por todo el mundo. En el Europeo de Holanda de 2001, se jugó a la modalidad de frontón vasco de pared única, construido en Franeker con motivo del centenario de su Federación. Los valencianos ganaron en la final a los italianos.

En septiembre de 2022 se celebrará el 30 aniversario de aquella pionera expedición a tierras belgas. En 2023, el treinta aniversario de la presentación de la Selección Valenciana. La foto de aquel debut cuelga en los centros valencianos de Argentina, Chile y Uruguay. También está presente en tierras irlandesas, francesas, euskaldunas, belgas, holandesas, italiana, ecuatorianas, colombianas y mexicanas. El impecable estilo de sobaquillo del legendario Tonico es un trozo de corazón valenciano en muchos rincones de Europa y América.