Por fin el equipo gana partidos, Ricardo.

Es muy importante que la pelotita entre. Es normal que los chavales se vayan cogiendo. El equipo es tremendamente joven y se ha tenido que esperar a que el equipo se sienta bien, esté conjuntado y consiga 2 ó 3 resultados buenos para saber que realmente hay un equipo para competir. Se está haciendo un grupo que ahora está disfrutando y me alegro mucho por ellos porque no es fácil empezar mal los campeonatos y más en una plantilla joven cómo esta. Hay que cuidarlos y hay que protegerlos. El equipo es muy joven era normal que le costara al equipo adaptarse, no se empezó bien y la responsabilidad de tener que ganar sí o sí en casa es una responsabilidad que la saben asumir muy pocos. Empezar un campeonato mal pesa y mucho. Yo lo he vivido una vez y fue la peor y te puedo garantizar que no es una experiencia agradable.

¿Cuánto mérito tienen los capitanes en este cambio?

Todo, todo, todo. Y no solo los capitanes porque hay tenientes por debajo de esos capitanes que están ejerciendo de capitanes también. Mira Maxi Gómez, Racic lo que está haciendo, se ha presentado aquí como ‘Aquí estoy yo’, se ha echado el equipo a la espalda y está dispuesto a cargar con lo que sea con mucha personalidad, pero luego está Daniel Wass, Diakhaby que está otra vez bien, Hugo acaba de llegar y está demostrando una frialdad y una inteligencia fuera de lo normal. Algunos han pasado a catedráticos sin ser alumnos. Y Gonçalo. Gonçalo es el que queremos que resucite otra vez porque es un grandísimo jugador y se necesita. Ahora hay que darle más confianza que nunca porque es un jugador imprescindible, pero está Cheryshev, Yunus...

La semana pasada se deshizo en elogios hacia los capitanes. ¿Qué le llevó a hacerlo?

Es uno de mis arrebatos. Creo que lo merecían porque estos capitanes valencianos son el claro exponente de lo que es el Valencia desde las raíces. Lo sienten, lo han mamado desde que son pequeñitos y están demostrando que quieren al Valencia por encima de muchos intereses personales y lo agradecí. Lo más cómodo sería hablar con el representante y decir ‘búscame equipo que yo me quiero ir de aquí’. Y sin embargo, ellos están aferrados y pegándose contra todo el mundo. Son peores que las truchas que siempre tienen que ir contracorriente y poco a poco lo están consiguiendo. Están impregnando al equipo de un espíritu y de un estilo de juego y una forma de defender el escudo que hay que alabarlos por narices.

Ha hablado con ellos. Los conoce. ¿Qué piensan?

El otro día estuve con ellos en Alcorcón y se lo decía: ‘Estad tranquilos, que nosotros estamos con vosotros. Os vamos a defender a muerte y sabemos el esfuerzo que estáis haciendo’. Les dije que me alegraba que después de un partido sonrieran. Así se lo dije. Les dije que sin sufrir en el campo luego no vais a sonreír en el autobús y lo comprendieron. Sufren, trabajan a destajo, se dejan la vida y es muy bonito verles sonreír en el viaje. Es señal de que están haciendo las cosas bien y les están saliendo bien. Hace tres semanas los veías cabizbajos, serios, con caras de temor, con preocupación. La marcha de un club y de un equipo está a expensas de los que hagas en el campo. En el fútbol no hay término medio. Si ganas eres un fenómeno y si pierdes eres un fracasado.

Dijo que estos capitanes son el mejor ejemplo para los que están y los que están por llegar.

Totalmente. Los juveniles, los cadetes, los del Mestalla, todos se tienen que mirar en lo que están haciendo los capitanes, los valencianos, sean de aquí, del resto de España o del extranjero. Hay que respetar por encima de todo al club que al fin y al cabo es el que te paga y te permite ser lo que eres. Son referentes porque son jóvenes, porque han salido de la cantera y porque son valencianos. Estos capitanes quieren al Valencia porque han nacido en el Valencia, se han criado en el Valencia y quieren jugar en el Valencia y eso, amigo, no tiene precio.

Al final siempre que hay crisis hay líderes que dan pasos adelante. Gayà, Jaume, Soler...

Porque los de casa no fallan nunca. Gayà, José es un tío normal, muy cercano, con las cosas muy claras y solamente verle jugar ves representado el valencianismo dentro del campo, así de claro. Y luego el espíritu de Jaume, mantener esa tensión durante todo el partido, estar animando a todos sea quien sea, es muy importante tener jugadores como él que mantienen el espíritu guerrero despierto. Carlos Soler están tirando del carro como Ven-Hur. Yo creo que hay una mezcla de José, Jaume y Carlos que va a ser muy buena y a la que habrá que añadir esa templanza de Hugo, sin olvidar a Paulista que también es muy importante para este equipo. Que aparezca Yunus no me extraña porque es un chaval con unas condiciones extraordinarias, pero la aportación tan de sopetón de Hugo, de Racic o del propio Lato... Eso lo añades a los capitanes y los veteranos que hay que conforman el esqueleto del equipo y al final sabes que si no se rompe el grupo este equipo va a dar que hablar.

¿Y cuánto de importante es esa unión? Usted ha pasado por situaciones igual de comprometidas. Qué quiere decir la piña de Valladolid?

Lo mismo que la de Alcorcón. Lo mismo que el Yecla. Un equipo que ve que es capaz de ganar y por encima de todo que ve que ese es el camino que tienen que seguir y porque lo tienen muy claro: el que no sufre jugando, el que no padece y el que no corre como un soldado raso no gana partidos. Y el que no vaya a una tampoco. Eso es primordial y hay un grupo muy unido. Los más veteranos necesitan a los jóvenes, pero los jóvenes también necesitan a los veteranos. Sin esa unión no se podrá estar aliviado en la tabla de clasificación y eso se consigue poco a poco, no de un día para otro.

Y ahora Osasuna. ¿Lo ve como el gran termómetro para medir la reacción del equipo?

Es primordial. El partido más importante es el del jueves contra Osasuna. Porque si no eres capaz de vencer y seguro que va a ser muy difíicil, todo lo demás no va a servir de nada. Hay que ratificar con una victoria todo lo bueno que has hecho. Tienen que afrontar el partido sin presión y con es tranquilidad que aparentan pero que después de transforma en ambición. Hay que tener claro que hemos ganados tres partidos y dos son de Copa. Conseguir no hemos conseguido nada porque estamos al borde del peligro, pero si este grupo es capaz de mantener el nivel y las lesiones respetan, si no se rompe este grupo, el equipo va a dar que hablar por la forma en lo que lo hace, no por distiguir la calidad de uno o de otro. Lo bueno de este grupo es el colectivo, que todos corren, que se matan todos y que todos quieren lo mismo dejando el interés personal al margen y ese es el camino.