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VA DE BO

El dilema de tradición y modernidad

EL DILEMA DE TRADICIÓN Y MODERNIDAD Alberto Soldado

En el Joc de Pilota abrir caminos a la innovación nunca fue fácil. Los estudiosos de este deporte saben que el juego que algunos atribuyen a un origen greco-latino siempre se practicó de forma directa o indirecta. Unos frente a otros, en formaciones de tres, cuatro o hasta cinco jugadores , juego a largo, con denominaciones diferentes según regiones, o el juego indirecto, contra la pared, que pueden ser una, dos, tres o cuatro.

En el ámbito vasco la primera de sus grandes figuras era jugador de Largo y fue conocido como Perkain, seguramente su nombre fue Juan de Inda. Su lugar de nacimiento, Aldudes, en la Baja Navarra, de administración francesa. Su popularidad llevó su nombre a cantares populares. Se recuerda un partido jugado en la localidad guipuzcoana de Oiartzun, en 1796 pero sobre todo uno jugado en su pueblo y al que acudió cuando estaba exiliado en el Valle del Baztán por contrarrevolucionario. Cuenta la leyenda, pues hay diversas versiones del hecho, que las seis mil personas que presenciaron el partido impidieron su detención por las autoridades. La popularidad de esta leyenda de la pelota vasca, mitad historia, mitad leyenda, se refleja en la edición de varios libros sobre su figura e incluso la composición de una ópera.

De aquellos tiempos no tenemos apenas referencias en la pelota valenciana. Sólo sabemos de un partido en Llombai, a principios del siglo XIX en el que se anunciaban el Roig de Alcoi, seguramente el mejor de su tiempo pues tenÍa el sobrenombre del Aquiles de la Pilota. El desafÍo se jugó en presencia del general Elio que acabó fusilado en 1822. Si Llombai acogió seguramente el más grande partido de su tiempo es triste que hoy apenas quede afición en la localidad.

Cuando en el Pais Vasco el juego a Ble, es decir, contra pared, empezó a sobresalir y a exigir su espacio público la reacción de los aficionados apegados a la tradición fue fulminante. No podía permitirse que las paredes que se usaban para la modalidad de Rebote, otra variante del juego directo, fuesen utilizadas para el nuevo y popular juego de frontón. Eso era poco menos que una herejía. Por eso, todavía hoy se conservan inscripciones en dichas paredes que advertían de la «preferencia» por el juego a Largo. El escritor Peña y Goñi fue, seguramente, el último valedor de las preferencias por el juego a Largo y se lamentaba de su casi definitiva desaparición a finales del XIX.

Hoy en el Pais Vasco se trabaja por la recuperación de los viejos y auténticos juegos a Largo, como el Bote Luzea o el Laxoa. Hay una liga en todos los territorios de la soñada Euskalerría. Con todas las dificultades pero con firme propósito de superación. Su selección participa en los torneos de la CIJB con creciente poderío. En el último europeo estuvo a punto de eliminar a Blélgica. A seis juegos ganaban cinco a uno. Increiblemente remontó la poderosa selección belga pero los euskaldunes dejaban claro su poder.

Esos mismos euskadunes, en concreto, Patri Espinar se proclamaba campeona del mundo en la «moderna» especialidad de One Wall en el Mundial de Pasto (Colombia), en 2017. Hoy también hay quienes apegados a la tradición reniegan de una evolución del juego de pelota a mano y consideran que el juego contra pared única, con pelota de goma que no duele en las manos, no tiene la patente de la identidad valenciana. Jugar contra la pared es tan viejo como hacerlo de forma directa. Y hoy, tres siglos después de aquellos desafíos de Perkain, se mantiene su modalidad y convive con el One Wall. Hay espacio para todos si aplicamos el lema de Unir en la Diversidad.

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