Con Morales hasta el infinito

Morales celebró su renovación con un doblete que llevó en ventaja al Levante ante el Granada hasta el minuto 93, pero un gol de Soldado en el descuento (2-2) empañó una semana histórica para el conjunto granota y que muy cerca estuvo de ser perfecta. Pese a ese regusto amargo final que deja el gol nazarí, el equipo de Paco López llegará con su moral intacta al partido de ida de semifinales de Copa en San Mamés y con la sensación de que su capitán y ‘Comandante’ anda sobrado de confianza y acierto. Así se puede hacer algo realmente grande.

Obviamente el máximo protagonista de la semana, con permiso del goleador Roger en Copa, ha sido el mencionado Morales que estrenaba nuevo contrato. El «Moro» ha perdido cosas que antes tenía (o más que perderlas, ya no las explota tanto porque correr sigue corriendo al espacio), pero tan cierto es eso como que lo que ha perdido lo ha compensado con otros excelentes registros -ya es el máximo golerador del equipo con 10 tantos. En esta ocasión un centro con rosca a Roger que el pistolero remató de espuela fue su primera pincelada y la segunda fue ya su primer gol (1-0). Llegó desde segunda línea a un balón centrado por Miramón que de nuevo Roger estuvo a punto de cazar en el primer palo, pero que fue a parar al segundo donde el ‘Moro’, visiblemente sobrado de confianza, remató de interior de forma inapelable (29’).

El guión era el perfecto, si bien es cierto que tras el gol dio la sensación de que el Levante dio un pasito atrás quizás consciente del valor de su botín provisional o quizás obligado por la reacción visitante, porque el rival también juega. En ocasiones se hace una cosa para bien y el efecto que se obtiene no es el deseado. El mejor ejemplo fue ver cómo al Granada se levantó aprovechando esa ‘tregua’ que le concedió el conjunto granota y la consecuencia inmediata fue que Kenedy ya acarició el empate en un remate a bocajarro que Aitor sacó con una parada felina con su rodilla.

Fue Miramón, un futbolista sobrado de oficio y que estaba cuajando una buena actuación (antes de la asistencia del 1-0 había incluso coqueteado con el gol en una volea que se le fue altísima), quien erró un despeje relativamente sencillo al filo del descanso que el Granada aprovechó para empatar con disparo cruzado de un Kenedy, que enmendaba su error anterior (1-1 en el 43’).

Los hilos de Paco

El partido llegaba a su ecuador tan vivo como en el arranque y lo cierto es que en la reanudación el Granada ahogó al Levante por momentos con una presión organizada y efectiva. Era el momento de mover hilos y Paco lo hizo dando entrada a De Frutos y Dani Gómez para de nuevo influir de forma directísima en el devenir del encuentro. Andaba el equipo un poco grogui hasta que precisamente De Frutos, de nuevo un puñal por banda derecha, aprovechó el primer pase que recibió al espacio para galopar y sacar un pase de la muerte que de nuevo Morales llegando desde segunda línea remató a la red ajustando su disparo al travesaño (2-1 en el 67’).

La faena estaba casi hecha y más allá de un gol inmediatamente anulado al Granada por fuera de juego, un Levante crecido estuvo más cerca del 3-1 que del 2-2 con dos clarísimas ocasiones de Roger y Son que no acabaron en gol por el acierto del meta y los defensores nazaríes en última instancia.

La semana iba camino de ser redonda y concede una merecida licencia para soñar, pero para que los sueños se conviertan en realidad hay que ser más contundente en defensa en los minutos finales de los partidos. Paco dio entrada a Postigo para defender el juego aéreo con tres centrales, pero eso no bastó para evitar que Soldado cabecease a la red con fuerza una pelota en la que tendría que haber estado más encimado (2-2 en el 93’). Y ojo porque con esos dos puntos que se escaparon in extremis el Levante habría quedado a tiro de los puestos de Europa League.