Va de bo

Moixent: guerreros por la igualdad

vista del mural obra  de Marta Lapeña. | LEVANTE-EMV

vista del mural obra de Marta Lapeña. | LEVANTE-EMV / Alberto Soldado

Alberto Soldado

Alberto Soldado

En Moixent se jugaba a pelota en los años 60. No tenemos certezas de que lo hicieran los contestanos hace dos o tres mil años, que por allí acampaban,- de ahí el nombre del club Guerrer de Moixent-, pero lo meritorio es que cuando todo estaba en fase de descomposición, cuando el fútbol había secuestrado el alma de la identidad de cada pueblo y los coches invadían el espacio de las gentes, allí hubo gentes que aguantaron el tinglado y fueron fieles a la tradición. Entre ellos la familia de los Xocats, en la que destacó como jugador, José de Moixent, que ha jugado a todas las modalidades y en todas ha destacado. Son muchos los jugadores que cuando dejan de practicar el deporte se olvidan de él. No es el caso de José El Xocat, que sigue enganchado a la pasión de su vida y con la colaboración de madres, padres, aficionados y autoridades, tras lucha guerrera sin espadas, pero con razones, consiguieron que en 2015 se inaugurase un flamante trinquete que ahora ha sido remodelado con la ayuda de la Generalitat. Allí hay vida juvenil, masculina y femenina; vida competitiva en varias modalidades. Allí hay un trinquet, bautizado con el nombre de la familia salvadora, que ha valido la pena levantar, en el que ha sido provechoso invertir dinero público.

Un trinquet en el que se incorpora una novedad: sus paredes de hormigón frío y distante, neutro y ajeno, se convierten en expresión de vida y de arte, de sensibilidad y cercanía; y de tributo a la esencia histórica y rural de este deporte. Es obra de Marta Lapeña, natural de Ólvega (Soria), afincada en Madrid, empeñada en dar vida a todos los que en los pueblos lucharon por salir adelante, en recuperar la memoria de lo cotidiano en lo rural. Una artista en plenitud con tan solo 27 años. Sobre una base que representa la «feninde» griega, construye una composición que recoge la identidad del Joc de Pilota desde una perspectiva actual, de igualdad. Una verdadera obra de arte que convierte al trinquet de Moixent, patria del Guerrer y dels Xocats,- pueblo que aguantó el Joc de Pilota en los años 60, en un referente de lo que significa fusionar el arte deportivo con el arte muralista, algo que ha conseguido la prestigiosa soriana.

Emi Navarro, una guerrera en defensa de este deporte, fundadora del club, que ha colaborado con la artista, se muestra orgullosa de lo que se hace en su pueblo: una activa escuela que destaca en las competiciones federativas de Galotxa, Raspall, Frontó, One wall, y ahora en Escala i Corda. Una hija suya, con diversidad funcional, debutara próximamente, «lo que me llena de orgullo», comenta emocionada. Moixent , guerreros del futuro, guerreros por el arte de la paz y la igualdad. Es el primero pero no será el último de los trinquetes que evoque en sus paredes exteriores el significado profundo de este deporte.

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