El Valencia Basket sumó ayer su victoria número 21, la novena consecutiva, en la Liga Femenina Endesa tras superar a domicilio al Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura en un encuentro que dominó desde el salto inicial. El conjunto dirigido por Rubén Burgos continúa, por tanto, a la ‘caza’ del Perfumerías Avenida en el liderato tras saldar con notable alto un encuentro complicado ante un rival que ha mejorado notablemente y que presentaba cambios importantes en su plantilla con el objetivo de abandonar la parte baja de la clasificación.

Ya desde el principio fueron las valencianas las que marcaron el ritmo del encuentro desde la defensa. El Valencia Basket jugaba un baloncesto fácil y muy efectivo, con canastas en transición y buenas lecturas en ataque que le permitirían abrir pronto una interesante brecha en el partido (2-10; min. 4). A Jacinto Carvajal no le quedó más remedio que parar el choque para cambiar la dinámica y buscar soluciones. Y lo consiguió en parte coincidiendo con las primeras rotaciones.

El Al-Qázeres Extremadura ajustó su defensa y subió la intensidad con la intención de no permitir anotar tan fácil a su rival. Y tras un periodo de atasco y una llamada a capítulo de Rubén Burgos, Anna Gómez rompió la sequía taronja, permitiendo al equipo recuperar la confianza y las buenas sensaciones de los primeros compases para cerrar el primer acto seis puntos arriba (9-15).

Era sólo un aviso de lo que vendría después. Lejos de conformarse, las de La Fonteta imprimieron una marcha más al encuentro y hasta adueñarse por completo del partido. Cinco puntos consecutivos de Marie Gülich -los primeros en el choque- certificaron un parcial de 2-7 y elevaron la renta hasta los diez (12-22; min. 14). El Extremadura, con los lanzamientos desde el 6,75 como único recurso durante demasiado tiempo, veía como el partido se le comenzaba a escapar. El juego coral de las taronja -11 asistencias y sólo 3 pérdidas en el primer tiempo- hicieron imposible cualquier intento de remontada hasta llegar al descanso (21-37).

Reacción local tras el descanso

El paso por los vestuarios, sin embargo le sentó mejor a un cuadro cacereño que, aprovechando una cierta relajación en el rival, se lanzó directo a intentar reconducir el encuentro hacia sus intereses. Así lo evidenciaba un parcial de 8-0 que obligó rápidamente a Rubén Burgos a solicitar tiempo muerto para evitar sustos mayores (29-37; min. 23). Ahí, afortunadamente, acabaría toda la reacción local. Ouviña y Gülich comenzaron a devolver cada canasta del Al-Qázeres y, una vez recuperadas también las sensaciones defensivas, Trahan-Davis y Carrera comenzaron a disparar de nuevo la renta a falta de diez minutos (38-54; min. 30).

El último fue un cuarto ciertamente plácido para las valencianas, que supieron aprovechar la superioridad física de Trahan-Davis en la pintura para cerrar definitivamente el encuentro. Fue el potencial de un Valencia Basket muy superior.