Fernando Alonso abandonó ayer el hospital donde fue operado de la mandíbula el pasado viernes, tras el accidente de bicicleta que sufrió un día antes cerca de su casa en Lugano, al sur de Suiza, y agradeció el cariño recibido durante estos días. «Gracias por todas las muestras de apoyo. Las agradezco de corazón», escribió el bicampeón del mundo de Fórmula 1 (2005 y 2006 con Renault) en sus redes sociales como contestación al comunicado de Alpine -antiguo Renault-, su actual equipo. La escudería tranquilizó a los aficionados sobre el estado de salud de un Alonso que vuelve a la F1 tras dos temporadas ausente asegurando que tendrá que guardar «durante un corto periodo de tiempo reposo absoluto, antes de retomar progresivamente los entrenamientos de cara al comienzo de la temporada».

Por tanto, el piloto asturiano, podrá estar en el inicio del Mundial de Fórmula 1, entre el 26 y 28 de marzo en Baréin. Competición a la que vuelve tras haberse enrolado en el Mundial de Resistencia, del que se proclamó bicampeón y dos veces ganador en las míticas 24 horas de LeMans; el Rally Dakar, finalizando 13º en una gran primera toma de contacto; y las 500 millas de Indianápolis, su reto pendiente para cerrar la triple corona.

Tras chocar, con la parte derecha de un automóvil que cruzaba la calle para entrar en un supermercado y someterse a una cirugía maxilofacial para corregir la mandíbula superior, afectada en un accidente en el que Alonso también perdió varias piezas dentales, el español volverá a entrenar con un casco especial una vez guarde reposo unos días.