Hay partidos que parecen una cosa al principio y luego se desarrollan, como el de este miércoles en el Ciutat, de una manera inesperada. Después de la derrota del Levante contra Osasuna, el líder empezó avasallando y estuvo siempre un peldaño por encima. Sin embargo, el primero en marcar fue Bardhi y la última oportunidad la desbarató Oblak, una volea con la que Clerc cazó un globo de Miramón. Rozó en el desenlace la victoria el equipo granota, al que aun así el empate le sabe a gloria tras una buena actuación, mucho mejor cuando se soltó en la segunda parte que cuando estuvo contenido la primera.

Se notó a fin de cuentas que Paco López tenía muy estudiado al Atlético. El equipo rojiblanco destaca, además de por equivocarse muy poco, por su capacidad para penalizar los errores del rival. Así que consciente de que en fase defensiva siempre queda algo que corregir, el técnico de Silla dispuso a sus futbolistas con un plan conservador hasta el descanso y uno más ambicioso después.

No es habitual ver al Levante tan replegado, a la espera de un picotazo y sin apenas aspiraciones con el balón. Empezó defendiendo muy atrás, casi en los morros de Aitor. Pero aunque le costó pasar del mediocampo, a poco que se estiró le vio la cara a Oblak y además con veneno. Fue la manera, consciente de lo que tenía delante, de continuar siendo valiente aunque no temerario.

Que la primera llegada fuese gol jugó muy a favor de los granotas, cuyo plan de partido estaba bien claro. En un ataque rápido y muy vertical, Roger le ganó la posición a Giménez y a partir de ahí se desencadenó una acción vertiginosa. De Frutos condujo hasta la frontal para asistir a Bardhi, autor de un gol en el que controló con una pierna y definió con la otra ante la duda de si rematar de primeras. El macedonio, que jugó la mayor parte del tiempo como segundo delantero, aportó mucha claridad a costa de que Morales pasase desapercibido en banda. Antes del descanso, en dos llegadas aisladas, Clerc ensayó fuera y el Comandante a las manos de Oblak.

Simeone enjauló al Levante y el Atlético confirmó hasta qué punto ha dado un paso al frente con balón para surtir a Luis Suárez. Su posesión fue absoluta ante un rival agazapado y con mil ojos sobre el charrúa, dueño de un imán para todo lo que planeaba por al área. Lo tuvo claro Aitor, al que le tocó aplicarse desde que conectó su primer remate, un cabezazo orientado que se escapó a unos centímetros del poste. Exceptuando un lío por ceder un rechace más peligroso que el primer remate, el portero estuvo excelente ante el propio Suárez y Saúl. Sin embargo, no pudo hacer nada en el empate. Llorente lo batió con un tiro lejano que se coló tras desviarlo Róber de cabeza en su intento de despeje.

La alineación, motivo de controversia el penúltimo día, no dejó esta vez descontentos. Chocó que repitiera Róber por delante de Duarte o Vezo, aunque acabaron jugando todos más Postigo. Lo demás fue lo previsto, empezando por un centro del campo en el que Radoja aguantó hasta romperse y una delantera con Roger de vuelta tras su problema de pubis. Que el entusiasmo le pueda al cansancio es uno de los axiomas en el Levante, obligado a cambiar de planes y que aun así mejoró tras el paso por vestuarios.

Apareció Duarte, con lo que Róber pasó al centro del campo, mientras que Simeone tiró de Kondogbia, una decisión que volvió gris al Atlético, protagonista solo de una llegada clara. A Correa le traicionó el bote y en la portería de los fantasmas de Duda falló a puerta vacía nada más arrancar. Aitor estaba vencido tras una estirada cómo no a remate de Suárez. El Levante dio un paso adelante y el Atlético llegó menos, aunque Llorente siempre estuvo al quite para buscar los ángulos de la portería.

Aitor siguió atento, sobre todo cuando Suárez trató de fusilarlo en fuera de juego. Antes de la volea, un disparo otra vez de Clerc tras abrir Roger a la carrera de Morales fue la demostración de que los granotas no renunciaban a nada. Cuidándose en salud con una línea de cinco y un sexto defensa haciendo de centrocampista, el partido ya tenía pinta de que se resolvería en tablas. El sábado, la próxima entrega en Madrid.