Semana difícil la que se ha vivido en el Valencia Basket después de su paso por la Copa del Rey. Más allá de la derrota en cuartos de final ante el Real Madrid, la mala imagen ofrecida en ese encuentro ha desembocado en una autocrítica interna, una puesta en común en la que, desde un análisis profundo y objetivo, se intenta seguir dando pasos hacia adelante. Empezando por el encuentro de esta noche ante el mismo rival. Un capricho del calendario que otorga una oportunidad de reválida en tiempo récord. Ahora bien, en este caso la ‘vendetta’ es una obligación para continuar luchando por el Top-8.

Competir es una obligación cada partido en la entidad taronja, y así se le ha hecho saber a una plantilla responsabilizada y consciente de lo mucho que hay en juego esta campaña en el torneo continental. La ambición, con la mente ya despejada tras la ‘terapia’ del pasado fin de semana, sigue siendo máxima, y ahora se trata de volver a plasmarla sobre la pista. «Siempre motiva jugar contra el Madrid, el equipo está motivado, y muchísimo», confirmó Ponsanrau.

Con un balance de 12 victorias y 12 derrotas, el Valencia Basket necesita sumar un mínimo de entre cinco y seis victorias en las diez jornadas que restan de la fase regular para tener opciones de disputar los playoffs. Condición indispensable, quedando por delante del Alba Berlín, para poder volver a disputar la Euroliga la próxima temporada. Un objetivo en el que, a día de hoy, está focalizado todo el club y que obliga un esfuerzo extra en el que la implicación y el compromiso de todos es fundamental. Incluso el de Derrick Williams, gran asignatura pendiente en la actual plantilla y que hoy tiene un importante examen en La Fonteta.

«Esperamos más de Derrick. El jugador que está siendo más irregular es él. Él tenía que ser, es un jugador importante en la plantilla. Es un ‘cuatro’ que vino a darnos una dimensión física que necesitábamos y está claro que todavía lo estamos demandando», aseguró este martes el director deportivo, Chechu Mulero, a Levante TV. El dirigente taronja, además, dejó claro que esperan una reacción del jugador desde hoy mismo. «Esperemos que desde este viernes nos aporte lo que nos ha aportado en algunos partidos, pero esperamos más de él», subrayó.

Además del norteamericano, ausente en la Copa por la normativa de los ‘cupos de formación’, Jaume Ponsarnau también va a poder disponer de Fernando San Emeterio tras superar el COVID-19. Continúan sin el alta competitiva, por el contrario, Joan Sastre y Guillem Vives, mientras que Louis Labeyrie y Klemen Prepelic llegan entre algodones por diferentes problemas durante la semana. También el Real Madrid llega con bajas ya que además de las ausencia sabida de Anthony Randolph, tampoco podrá contar con Rudy Fernández por un problema lumbar y aún no recupera de su lesión muscular a Jeffery Taylor. «El Real Madrid tiene mucha pólvora, mucha capacidad, mucha calidad. Es un equipo campeón, con experiencia de llegar como favorito o como no favorito», advirtió el técnico taronja sobre un rival ‘tocado’ anímica y físicamente tras su derrota en casa en la final de la Copa del Rey ante el Barça.

El factor Tavares

Los últimos partidos entre ambos equipos han girado mucho alrededor de Walter Tavares, y Jaume Ponsarnau admitió que contemplan la posibilidad de que en el choque de la Copa del Rey que disputaron ambos equipos Pablo Laso usara al caboverdiano como ‘señuelo’ en el cinco inicial y por eso lo cambiara casi inmediatamente. «Lo hemos rumiado. La primera falta que le señalan no es la primera que hizo», remarcó el de Tàrrega. «El tema es si el plan era cambiarlo rápido», reflexionó Ponsarnau, que admitió que el movimiento con la entrada de Reyes les trastocó los planes.