Ha pasado un año ya desde que la cadena SER destapara el Barçagate y se había postergado hasta en seis ocasiones el levantamiento del secreto de sumario sobre la investigación para no interferir en las elecciones. Pero el caso explotó ayer de lleno en la semana en la que el club elegirá al sucesor de Josep Maria Bartomeu. El expresidente fue detenido junto a Jaume Masferrer, su antigua mano derecha, a Òscar Grau , CEO del club, y a Román Gómez Ponti, jefe de los servicios jurídicos, después de que la unidad de los Mossos especializada en delitos económicos se personara en las oficinas del club. El expresidente pasó la noche en el calabozo antes de declarar esta mañana ante la jueza Alejandra Gil en la Ciutat de la Justícia.

El Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona había ordenado el registro en los domicilios y despachos de los detenidos y en la sede de I3 Ventures y de Telampartner, empresa de inversiones financieras. Igual que hicieron en julio, en el Camp Nou los agentes entraron en los despachos del departamento legal y de finanzas del club en busca de documentación y otro material vinculado con la investigación. Se impidió el acceso a las oficinas a los empleados que en ese momento no se encontraran trabajando en ellas. El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya precisó que la jueza había ordenado el registro pero no las detenciones, decisión que habían tomado los Mossos. Los cuatro detenidos fueron trasladados a la comisaría de Les Corts para prestar declaración. Los abogados les recomendaron no declarar y, en todo caso, reservarse para hacerlo ante la jueza. Esta indicación es habitual cuando hay secreto de sumario, ya que los arrestados desconocen las pruebas que hay contra ellos. Todos siguieron el consejo, pero mientras Gómez Ponti y Grau salieron en libertad, Bartomeu y Masferrer pasaron la noche en el calabozo. El expresidente y su mano derecha irán hoy a la Ciutat de la Justícia.

Los motivos

Los registros se hicieron efectivos ante el próximo levantamiento del secreto de sumario que estaba previsto para el 11 de marzo. Otro de los motivos, según fuentes judiciales, podría ser la entrega en el juzgado de documentación relacionada con el caso que habría hecho Noelia Romero, antigua compliance officer del Barça. En un comunicado, los Mossos destacó «la actitud y colaboración de la entidad azulgrana tanto en los registros que se hicieron ayer como durante el transcurso de la investigación». Fuentes de la defensa expresaron su extrañeza por la operación, ya que en julio se produjo un primer registro en el club. Eso sí, es la primera vez que entran en el domicilio del expresidente.

La magistrada admitió a trámite el 14 de julio la denuncia contra Bartomeu, Masferrer y Carlos Ibáñez por administración desleal y corrupción entre particulares que había presentado el colectivo Dignitat Blaugrana por el contrato de la empresa I3 Ventures con el Barça. Dicha empresa se dedicaba a monitorizar la actividad en las redes sociales para la entidad azulgrana y crear cuentas en las redes sociales para criticar a personalidades y entidades no afines a la junta de Bartomeu, entre ellos Messi y Piqué.

El club habría dividido el pago de un millón de euros a I3 Ventures en facturas de menos de 200.000 euros para no tener que someter dicho movimiento a una aprobación de la junta. La División de Investigación Criminal de los Mossos sostiene que el club habría pagado un sobresueldo del 600% y que no se habrían cumplido los trámites habituales ni los controles internos de la entidad.

«Metido la mano en la caja»

El escándalo generó un seísmo en el seno del club azulgrana, provocando la dimisión de seis directivos de Bartomeu. «Sinceramente creo que alguien ha metido mano en la caja», sentenció Emili Rousaud, uno de los dimisionarios. Además de rescindir el contrato con I3 Ventures, para intentar limpiar su imagen el Barça encargó una auditoría a Price Waterhouse Cooper que, según el resumen divulgado por el club, desestimó que el Barça hubiera ordenado la creación de las cuentas en redes sociales, certificó que el precio por el que se contrató a 13 Ventures entraba en el margen de mercado y descartó cualquier tipo de corrupción. Fue un intento fallido de cerrar el caso, que ha acabado con la detención de Bartomeu y que marcará la semana electoral.