Peter Lim sigue ostentando la mayoría accionarial del Valencia CF pero se ha quedado completamente aislado y repudiado por todo el entorno futbolístico, social y político de la ciudad. La primera grieta apareció en la Junta de Accionistas de 2017, cuando en su discurso el presidente Anil Murthy cargó contra los supuestos “falsos aficionados” del Valencia CF. La deriva prosiguió con el brusco desmantelamiento del proyecto deportivo campeón, los gestos mandando callar a los aficionados, los vetos selectivos a medios de comunicación, el destierro de las peñas, la guerra sucia desde fanzines de propaganda, el despido de emblemas del club por cuestiones de afinidad personal, el menosprecio a las llamadas de diálogo de la oposición y el pulso continuado, por inacción, a los constantes requerimientos de las instituciones públicas para atender los compromisos inmobiliarios por el futuro estadio, que afectan tanto al club como a la ciudad. Pero la voladura del último puente de entendimiento llegó ayer, con la durísima carta con la que Murthy respondió al presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que en la jornada anterior había censurado «la falta de credibilidad» de Meriton Holdings con la sociedad valenciana, después de que el Valencia CF forzase una reunión para abordar la ATE y no se presentase con ningún plan.

Imagen de la reunión entre Puig y Murthy.

La carta de Murthy, redactada con el tono vehemente ya habitual de los escritos oficiales del diplomático singapurés, cargaba contra «los ataques irresponsables a Meriton» por parte de Puig e incluso atacó la gestión del covid-19 por parte de las autoridades sanitarias valencianas. «El compromiso y la credibilidad del club se mide en pagar las deudas bancarias -algo que nadie hacía antes-, ayudar a la sociedad valenciana especialmente durante la crisis del covid-19 o donar material sanitario a los hospitales de la Comunitat Valenciana cuando no había debido a una gestión inadecuada de la crisis», indicaba Murthy, en referencia al gesto de Lim de entregar 50.000 mascarillas y 300 termómetros al personal sanitario para combatir la pandemia.

Con su perfil presidencialista, Murthy ha servido como ariete en los posicionamientos de Meriton y su imagen se ha visto tan erosionada que en los últimos meses Joey Lim ha ido ganando protagonismo interno y la irrupción expansiva del Príncipe de Johor podría apartarle de la primera línea. La aparición de Tunku Ismail, que puede ser decisiva dependiendo de su encaje accionarial y su participación financiera, no han sido explicadas ni a accionistas, ni a acreedores, ni a instituciones.

«Tenemos una responsabilidad con el proyecto del nuevo estadio. Endeudar el club sin vender la parcela previamente es irresponsable, supondría repetir los mismos errores del pasado y probablemente llevar al club a la bancarrota», advirtió Murthy. «Llegados a este punto, tenemos que trabajar todos juntos para buscar una solución global. No somos políticos. Esperamos que las instituciones se impliquen y nos ayuden a solucionar el asunto del nuevo estadio y no al revés, alimentando la incertidumbre en torno a un proyecto tan importante para el Valencia CF y la ciudadanía con palabras irresponsables», concluyó el dirigente. Fuentes de Presidencia de la Generalitat no quisieron «polemizar» y reiteraron que «la sociedad valenciana ya sabe la credibilidad de los que dirigen actualmente el Valencia CF».

Ximo Puig: "Meriton, los gestores del Valencia, no tienen crédito en la sociedad valenciana"

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Con el equipo desnortado sin escapar del riesgo del descenso, y un calendario de pagos de cara al verano difícilmente asumible de 127 millones de euros (54,5 de retorno a Lim), la caída de la Actuación Territorial Estratégica aboca al Valencia a una posible causa técnica de disolución. El plan conllevaba condiciones muy ventajosas para el club, con los 39.855 metros de edificabilidad terciaria hotelera y comercial junto al nuevo estadio y 55.700 metros cuadrados de residencial y 41.500 de centro comercial en los terrenos del actual Mestalla. La extinción del convenio podría hacer perder al Valencia CF unos 25 millones de euros que afectarían de lleno al patrimonio neto del club, de 41,5 millones. Según recoge la Ley de Sociedades de Capital, se entraría en una causa de disolución en el momento en el que es patrimonio neto sea inferior a la mitad del capital social, actualmente de 21,5 millones. El club tiene previstas pérdidas para este ejercicio de 26 millones.

Abucheos e insultos a Anil Murthy mientras comparece ante los medios de comunicación

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