El Valencia Basket derrotó este martes al Aluinvent DVTK Miskolc en los octavos de final de la Eurocopa en un encuentro en el que la defensa le permitió mantenerse a flote en los momentos más difíciles y en el que tres triples de Leticia Romero le ayudaron a desbrozar el camino hacia a los cuartos de final, en los que se medirá este jueves como local al ESBVA-LM francés.

De la mano de la intrépida Queralt Casas, el Valencia arrancó el encuentro más intenso y eso le dio un parcial inicial de 9-2 y la iniciativa en el marcador hasta el descanso.

Attila Foeldi consiguió despertar a su equipo con una rotación más acelerada pero cuando las interiores Laura Gil y Raquel Carrera salieron del banquillo local también le dieron un impulso a su equipo (21-10, m.10).

El liderazgo de Dora Medgyessy, las defensas alternativas y algunas acciones de mérito de Chanel Mokango permitieron al Miskolc estrechar el marcador, pero el Valencia, aunque perdió el paso en ataque, mantuvo la calma en defensa, poco a poco reconstruyó su equipo y gracias a Gil y a las pérdidas que forzó llegó al descanso con una valiosa ventaja (36-30, m.20).

El paso por el vestuario enfrió a las locales, que perdieron tacto en la finalización y fluidez en la anotación. Medgyessy aprovechó el parón para reducir al máximo su desventaja, sembrar dudas en el choque y obligar a Rubén Burgos a pedir un tiempo muerto (42-40, m.25).

La acción fue providencial. El conjunto valenciano redobló su intensidad en defensa, robó balones, corrió y de la mano de las certeras Celeste Trahan-Davis y sobre todo de Leticia Romero volvió a anotar para firmar un parcial de 16-4 (58-44, m.31).

Con el choque ya muy cuesta arriba, el equipo húngaro buscó a su gran estrella Keyona Hayes, a la que el Valencia había logrado controlar durante todo el choque y que aunque sumó puntos no consiguió desbordar la defensa local.

Con la confianza recuperada, el Valencia no dejó de anotar y los tiros abiertos de interiores como Marie Gülich o Carrera (Gil se retiró tras un fuerte costalazo) remataron al rival, que varios minutos antes del final del choque ya vio que era misión imposible darle la vuelta.