Cuando hace apenas dos meses el filial granota cayó a la última posición de la tabla después de perder por la mínima ante el Ibiza, pocos o ninguno daban ya un duro por un equipo que ayer logró de forma meritoria y afortunada su primer objetivo de no descender a Tercera División y que afrontará ahora la segunda fase optando todavía incluso a poder ascender a la ansiada Primera División RFEF. El filial granota se deshizo ayer con solvencia del Orihuela por un rotundo 3-0 en Buñol con goles de Cantero, Alcaina y Soberón, y ese resultado, unido al triunfo del Atzeneta en el Municipal de Santa Eulalia ante el Peña Deportiva (0-2), sacan al equipo ahora dirigido por Alessio Lisci de la zona sobre la bocina. Ya con Alessio Lisci en el banquillo tras la destitución de Tevenet, el filial del Levante, que poco antes había sido un muñeco roto en manos de un Mestalla que ha acabado la primera fase colista, volvía a ser último ocho años y medio después de la última vez en la que había ido cerrando la clasificación en Segunda B. Sin embargo la victoria de ayer significó apenas dos meses después un primer objetivo cumplido para un At. Levante que desde el pitido inicial se mostró superior a un Orihuela ya descendido, pero que necesitaba los puntos para iniciar la segunda fase con el mejor promedio posible.