El deporte tiende a ser más emocionante cuando tu favorito tiene opciones de ganar. Esto parece ser especialmente cierto en el caso del público español de la Fórmula 1 con Fernando Alonso.

Asumido el desplome de 2016, cuando Movistar adquirió los derechos en exclusiva y las carreras dejaron de emitirse en abierto, los datos de audiencia de 2019 fueron realmente malos tras un par de años de contenido crecimiento. En 2016 hubo de media 185.000 personas asistiendo a los circuitos a través de la televisión, un número que se alcanzó los 240.000 en 2018.

Sin embargo, 2019 fue una losa. Para empezar, el asturiano decidió que necesitaba un respiro. La ausencia del bicampeón lastró decididamente el número de espectadores. Y, como remate, la plataforma dejó de ofrecer MotoGP. El resultado: apenas 150.000 personas quisieron pagar para ver cómo Hamilton se alzaba con el título. Menos aún que en 2016, y una caída de en torno al 40% con respecto al año anterior.

Estos números definen al caso español, ya que a nivel global la audiencia de la F1 ha crecido: en 2019 la vieron 1.922 millones de espectadores repartidos por todo el mundo, un 9% más que en 2018.

El “efecto Alonso”

Fernando Alonso anunció que volvería en 2021, y además con un coche competitivo. Como extra, el otro español de la parrilla, Carlos Sainz, llega a una escudería mítica como Ferrari. Con revertir la caída de audiencia de 2019, Movistar y Dazn podrían enganchar a unos 90.000 espectadores más.