Cualquiera diría que el Olympiacos no se jugaba nada y al Valencia Basket le iba casi la vida. Pero el contexto y las necesidades de uno y otro no se notaron en un partido en el que los griegos empezaron a abrir brecha al final del primer cuarto hasta llegar al 79-88 del final del partido.

Las derrotas del Real Madrid y del Zenit el martes habían dejado el camino despejado a los taronja, quienes después de mucho tiempo, dependían de sí mismos para clasificarse para el Top-8 y repetir en la próxima Euroliga.

Obligados a ganar los tres partidos, la presión pasó factura en una primera parte para olvidar, en la que solo Joan Sastre, con 8 puntos, veía aro con facilidad. Y eso que el partido empezó con un triple de Vives, titular junto a Prepelic, Kalinic, Williams y Tobey. Un intercambio de canastas entre Kalinic y Octavius Ellis mantenía la igualdad en el marcador, con ligera ventaja para los taronja después de tres puntos consecutivos de Tobey (12-9).

Pero ahí cambió la dinámica del partido y un parcial de 0-11 con triples de Vezenkov y Printezis dio alas a un Olympiacos, que cerró el primer cuarto 19-23.

Los malos porcentajes de tiro empeoraron aún más y ello, sumado a la buena defensa helena, hizo que la diferencia se disparara hasta los 13 puntos al descanso (31-44). Los taronja echaban en falta los puntos de Kalinic (0), Dubljevic (1) y Williams (2). Pero lo peor estaba por llegar. Lejos de despertar, el paso por vestuarios durmió aún más a un Valencia Basket impotente para frenar a Printezis primero y a Vezenkov, Ellis y Sloukas después.

Nadie veía aro y el tiempo muerto de Ponsarnau tampoco arregló el desastre, llegando a perder de 33 (41-74). De ahí hasta el final ya solo cabía esperar un milagro, que no llegó pese al pundonor de los locales, que encadenaron un triple tras otro hasta llegar a ponerse a siete puntos.

Una técnica a Van Rossom rompió la inercia y aunque aún llegaron más triples, la remontada ya fue imposible a pesar de que llegaron a ponerse a 7 puntos tras un triple de San Emeterio. Ahora, el Valencia BC ya no depende de sí mismo y no se puede permitir perder en Berlín. La pájara de este miércoles se puede pagar muy cara.