Intensidad. Esa es una de las grandes claves de este playoff para el Valencia Basket. Y es que cada vez que los taronja han sido capaces de afrontar un encuentro con un nivel de energía óptimo han acabado llevándose la victoria.

La Final pasa por asaltar Madrid

Así sucedió en dos de los tres encuentros ante el Baskonia, y en el último ante el Real Madrid. Lo malo de esto es que los tres casos han tenido a La Fonteta como escenario. Y con eso no basta en esta ocasión. Y es que el equipo que dirige Jaume Ponsarnau está obligado esta noche a trasladar el espíritu del coliseo ‘taronja’ a un Wizink Center en el que el pasado domingo rindió muy por debajo de sus posibilidades. Al igual que unos días antes sucedió en el Buesa Arena de Vitoria. No queda otra si los valencianos quieren plantarse en la que sería su tercera final de la Liga Endesa tras las de las temporadas 2002/03 y 2016/17.

De conseguirlo, tendrán mucho ganado ante un rival que llega a la cita muy condicionado por los problemas físicos dentro de su plantilla. Sobre todo en la posición de base, dónde ha ido perdiendo durante la temporada por diferentes motivos a Facundo Campazzo, Nico Laprovittola, Sergio Llull o al extaronja Alberto Abalde, capaz de ocupar con solvencia esa posición y que podría regresar hoy al equipo. También está entre algodones tras el encuentro del martes por problemas musculares Carlos Alocén, lo que ha hecho que el joven canterano Juan Núñez, de apenas 17 años, haya tenido que asumir ‘a la fuerza’ la responsabilidad de dirigir al equipo durante muchos minutos en esta serie de semifinales.

Por ‘ahogar’ a su rival en esa posición pasan precisamente también muchas de las opciones valencianas. La tripleta de bases taronja formada por Guillem Vives, Sam Van Rossom y Martin Hermannsson está obligada a ser uno de los factores diferenciales para los de Ponsarnau, que por otra parece que poco a poco van aprendiendo a controlar el rebote. Cerrar bien la pintura en esta faceta, a pesar de las once capturas ofensivas madridistas del martes -casi todas tras el descanso ya con un importante colchón para el Valencia Basket-, será otra de las grandes claves ante hombres como Edy Tavares, Vincent Poirier, Alex yus o Usman Garuba.

El Real Madrid, que acumulaba hasta casi un 95% de victorias en su temporada en la Liga Endesa, sufrió el martes en La Fonteta su primera derrota como visitante esta campaña en la ACB. Como local acumula dos, una a manos de los de Ponsarnau, que volverá a tener a todos sus hombres disponibles y repetirá el roster de los últimos encuentros -Vanja Marinkovic y Josep Puerto serán los descartes-. El equipo ‘blanco’, más allá de sus muchos problemas en la posición de ‘uno’, contará también con las bajas extra de Trey Thompkins, Anthony Randolph y Felipe Reyes. Un factor que, lejos de lo sucedido en el primer partido, debería acabar decantando la balanza física del lado taronja.

La final pasa por asaltar una vez más el Wizink Center, algo que los valencianos ya han conseguido en dos ocasiones esta campaña. La primera en la segunda jornada de la Euroliga por 77-93 con una destacada actuación de Bojan Dubljevic (24 puntos con 6/9 en triples) y 14 puntos de Mike Tobey. Y el más reciente, el disputado hace menos de un mes y que acabó con victoria del Valencia Basket por 69-79 con 16 puntos de Tobey, y 10 puntos y 8 rebotes de Labeyrie que rompió una racha de doce derrotas consecutivas en competición nacional ante el equipo de Pablo Laso.

El enfrentamiento de esta noche se ha convertido en todo un clásico: es la octava ocasión en la que estos dos equipos se encuentren en la actual temporada, con un balance de cuatro triunfos taronja por tres del Real Madrid.