No hay ya casi margen de error para España, que recupera a Sergio Busquets, ni mucho menos para Polonia ni para Robert Lewandowski, el goleador más grande del curso y la amenaza este sábado para la selección española, necesitada de goles, triunfos y determinación frente a la presión y la inquietud que promueven su único punto hasta ahora por el 0-0 contra Suecia.

Gerard Moreno como revulsivo

Una encrucijada con tan sólo un partido disputado por los chicos de Luis Enrique Martínez, cuya perspectiva en la última jornada depende invariablemente del resultado de este sábado. Aunque el triunfo no sea indispensable para sostener su ambición de alcanzar los octavos, sí lo es para su pretensión de ser primera de grupo.

Gerard Moreno como revulsivo

La obliga el 0-0 del pasado lunes contra Suecia, con la polémica del césped lento y seco que mermó la velocidad de circulación de España en el estadio de La Cartuja de Sevilla, donde vuelve cinco días después, como difundió el técnico y algún futbolista al término del encuentro, pero sobre todo con una indudable causa-efecto: sin gol es imposible ganar. Y España tiene un problema evidente ahí, personificado en Álvaro Morata, señalado de nuevo por los pitos de un sector del público que lo ponen en el foco. Otra vez.

Pero no es un asunto exclusivo del delantero madrileño, que falló la ocasión que lo podría haber cambiado todo en el minuto 37, sino colectivo. Tampoco acertó Koke Resurrección. Ni Dani Olmo ni Gerard Moreno, que surge ahora como posible novedad en la alineación. Si alguien tiene gol este curso es él. Ha marcado 32 esta temporada.

Ante Suecia fueron 17 remates, cinco a portería y cero goles. Mientras no mejore en ese apartado, todo lo demás será insustancial: su cantidad inigualable de pases en la primera jornada, su dominio absoluto de la posesión y sus 80 ataques propuestos a los que les urge más verticalidad, profundidad y, sobre todo, contundencia.

Porque, entre esos datos, a España le faltó aún mucho para ser lo que pretende, no sólo en ataque o en su presión, su mecanismo más afinado, sino también en defensa: sus centrales evidenciaron vulnerabilidad en varios duelos, hasta el punto de que el poste y una pifia evitaron un daño mayor sobre la portería de Unai Simón.

En el «once» se espera a Morata, por mucha pelea que haya sostenido en los últimos duelos con el gol. Y quizá haya sitio para Gerard Moreno, en la banda derecha, o Pablo Sarabia, en la izquierda. O sólo para uno o para ninguno de los dos, teniendo en cuenta que Ferrán Torres es un jugador hasta ahora casi fijo para Luis Enrique.

Vuelve Busquets

Ya está disponible Sergio Busquets, pero, reincorporado este mismo viernes después de una PCR negativa, parece muy precipitado su vuelta directa al once titular después de dos semanas sin entrenarse con el grupo, con lo que Rodrigo Hernández apunta al medio centro, junto a Koke Resurrección. El otro puesto de interior ofrece varias posibilidades, desde Pedri hasta Dani Olmo, pasando por Fabián Ruiz.

Enfrente, Polonia, contra las cuerdas después de perder 1-2 ante Eslovaquia en su estreno, se enfrenta a un encuentro de tensión máxima tras varios días envuelto en críticas por la mala actuación de sus jugadores. Pocos se han librado, desde su seleccionador, Paulo Sousa, hasta su jugador franquicia, Robert Lewandowski. La imagen que mostró frente a Eslovaquia fue la de un equipo inconsistente, romo, gris, sin ideas y muy predecible que se vino a pique en cuanto sufrió algún contratiempo. Ha de ser la víctima propiciatoria.