El octocampeón del mundo ha vuelto. Marc Márquez volvió a subir ayer al escalón más alto del podio de MotoGP en un Gran Premio de Alemania en el que se siente como en casa y donde acumula ya once victorias consecutivas. Pero de todas ellas, la más especial para él fue sin duda la de ayer, que llegó después de 581 sin saborear un triunfo (el último fue en Cheste en 2019) por culpa de la lesión que le impidió disputar el anterior Mundial y que le complicado estar a su nivel en la presente temporada.

El de Cervera, que salía quinto en parrilla, acabó por delante del portugués Miguel Oliveira (KTM) y del francés Fabio Quartararo (Yamaha). No tardó ni una curva en ponerse segundo y apenas una vuelta en situarse líder para comandar la carrera alemana desde la primera hasta la última vuelta.

La tensión se acumuló al final entre los dos protagonistas de la carrera, Marc Márquez y Miguel Oliveira, con el primero defendiéndose de la mejor manera posible con un físico que cada vez se encontró más al límite y el segundo atacando con todos sus ímpetus, pero el de Repsol Honda aguantó el envite y a tres vueltas del final consiguió recuperar el segundo de distancia que le iba a dar su primera victoria después de 581 días de lesión, padecimiento y recuperación.

«Cuando crucé la meta pensé en aquellas personas que me han ayudado a poder estar aquí. Es imposible salir de una situación así sin la ayuda de más personas, del equipo, de los médicos, el ‘fisio’, la familia, amigos...»

El podio de Sachsenring no le era desconocido tampoco a Arón Canet tras subir al mismo en 2019 en Moto3. Tenía difícil repetir saliendo décimo, pero el de Corbera fue de menos a más y demostró que tiene el nivel para estar en la pelea por ganar carreras este año, aunque se le escapara la primera posición ante el australiano Remy Gardner, que consolida su liderato en el Mundial de Moto2.

El piloto del Aspar Team consiguió su segundo podio de la temporada en una carrera espectacular para él, en la que recuperó puestos poco a poco hasta situarse segundo. El piloto valenciano llegó a acumular 2,9 segundos de diferencia sobre sus perseguidores, pero en las últimas vueltas empezó a sentir molestias en la zona lumbar, aunque aguantó el empuje de Marco Bezzecchi para repetir el podio de Portimao.