El neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin Fenix) señaló al cielo entre lágrimas mientras se proclamaba en el Muro de Bretaña ganador de la segunda etapa del Tour de Francia. Esa hazaña en su debut en la carrera sirvió para regalar a su abuelo fallecido en 2019, Raymond Poulidor, el maillot amarillo que el legendario ciclista no pudo lograr en 14 años de profesional.

Van der Poel, de 26 años, el ciclista más completo del pelotón con 4 títulos mundiales de ciclocrós y 1 de montaña, estrenó su casillero en el Tour con una exhibición de fuerza y rabia cargada de emotividad que superó a los grandes favoritos de la general rompiendo el Muro de Bretaña en solitario.

El líder del Alpecin cruzó la meta en solitario como vencedor de la segunda etapa disputada entre Perros-Guirec y el Muro de Bretaña Guerlédan, de 183.5 kilómetros, en la que superó por 6 segundos al dúo esloveno Pogacar-Roglic, en 8 a un grupo con Alaphilippe, Enric Mas, Quintana y Valverde y en 23 a candidatos como Geraint Thomas y Miguel Ángel López.

Una estocada de fe, fuerza y ambición. El recuerdo del mítico «Poupou», el eterno segundo, un ídolo de la historia ciclista francesa que jamás se enfundó el maillot amarillo porque lo impidieron Anquetil y Eddy Merckx, pusieron alas al nieto, sobrado de condiciones.

Incredulidad por la victoria soñada. Entre lágrimas, Van der Poel, el mismo que sueña con el título olímpico de BTT, se enfundó el maillot de líder, en su primera presencia en una prueba grande por etapas. « Es una pena que no esté aquí. Sabía que era mi última oportunidad y la he aprovechado». Un regalo para su inolvidable abuelo.

Van der Poel alteró la general dando un paso que jamás olvidará. Afrontará la tercera etapa con 8 segundos de ventaja sobre Alaphilippe, incapaz de seguir al bólido neerlandés. A 13 y 14 están Pogacar y Roglic, ya tomando posiciones. Enric Mas es undécimo a 26, mismo tiempo que Nairo Quintana, y Carapaz es decimoctavo a 31.