En otra jornada marcada por un festival de caídas que afectaron sobre todo al esloveno Primoz Roglic, el esprint reducido por los accidentes se lo llevó con autoridad el belga Tim Merlier (Alpecin Fenix), segunda victoria consecutiva para la formación de Mathieu Van der Poel, quien mantuvo el maillot amarillo.

La tercera etapa entre Lorient y Pontivy, de 182.9 kilómetros, estaba marcada para el esprint masivo, y lo hubo, pero mutilado por los accidentes. El Tour es puro sobresalto. Esta vez implicando a los primeros espadas, primero a Geraint Thomas y al final a Roglic, el más perjudicado cediendo más de 1 minuto, y Miguel Ángel López, enfrentado al infortunio.

Merlier cumplió el pronostico. Mientras Ewan, con la clavícula rota y Sagan rodaban por el asfalto, el belga alzaba los brazos estrenando su palmarés en el Tour, por delante de su compatriota y compañero Jasper Philipsen y del francés Nacer Bouhanni . En el primer grupo de afortunados entraron Alaphilipe, Van der Poel y Richard Carapaz.

El ecuatoriano fue el primero de los grandes favoritos, aventajando en 14 segundos a Enric Mas y Nairo Quintana, en 26 a Pogacar y en 1.22 minutos a Roglic, herido e impotente tras una desesperada persecución.

Aquí no hay etapas de transición. Todo estaba listo para el esprint, pero la general sufrió alteraciones algo significativas. Carapaz resultó beneficiado y es tercero en la general a medio minuto de Van der Poel, pero de «facto» es el líder de la carrera.

El esprint se formó con un puñado de velocistas. A 200 metros de meta se estrellaron Ewan y Sagan. El australiano al hospital. Fuera del Tour. Mientras, Merlier aprovechaba el carril bueno para alzarse con la victoria en Pontivy.