San Petersburgo. Estadio Petrovski. Bajo el sol (sí, el sol) de Rusia. A pocos minutos de que comience el entrenamiento vespertino de la selección española. A pocas horas de que arranque el partidazo de cuartos de final contra Suiza con las semifinales de la Eurocopa en juego. «Superdeporte»· reúne a pie de campo los cuatro internacionales de la Roja representantes del fútbol valenciano. José Luis Gayà (Pedreguer), Ferran Torres (Foios), Pau Torres (Vila-real) y el groguet de adopción Gerard Moreno. Palabras mayores. Tan grandes en el campo como fuera. Los cuatro llegan puntuales a la cita, vestidos con la ropa celeste de entrenamiento y con una sonrisa de oreja a oreja. «¡Foto de los valencianos, foto de los valencianos!». Ferran bromea con el balón. Todos sacan su mejor sonrisa. En ese momento aparece un invitado inesperado. ¡Jordi Alba! El segundo capitán de la Roja. «¿Y yo qué? ¿Yo no salgo?», bromea el azulgrana. Todos echan a reír. El lateral izquierdo del Barça quería colarse en la foto por su pasado valencianista. «¡Eh!» Gayà le hace un gesto con la mano. No entra. ¡Gerard lo consuela! Todos se mueren de risa. «¡Ya está Jordi haciendo comedia!», bromea un miembro de la expedición. Todo son carcajadas.

Cero tópicos

No es una anécdota cualquiera. La foto de Superdeporte es el mejor reflejo del buen ambiente que se respira en el grupo y la conexión que existe entre los jóvenes y los veteranos como Jordi, Koke o Busquets. «No es un tópico, son una familia, todos van a una», aseguran desde dentro. La secuencia de la foto habla por sí sola. Gayà y Jordi no hay que olvidar que son competencia directa en el lateral izquierdo y, sin embargo, se sienten hermanos. Se admiran y se respetan. Luis Enrique, guste más o menos, se ha convertido en el líder de un grupo que conecta y que ha entendido desde el primer día que la unión hace la fuerza. Las adversidades en forma de Covid-19 (Busquets y el falso positivo de Diego Llorente) o las críticas feroces por los dos primeros empates unieron aún más a esta joven selección que respira ambición y descaro por los cuatro costados. Los niveles de confianza y autoestima están por las nubes. No se sienten superiores a nadie, pero tampoco inferiores. Sueñan a lo grande.

Para grande el partido de Gayà contra Croacia. Luis Enrique medita mantenerlo en el once titular. No es para menos. El capitán del Valencia demostró ser una garantía en defensa y en ataque. Los números lo avalan. Quince partidos con la absoluta y ninguna derrota. España lo necesita. Igual que a Ferran. El avión del Manchester City fue decisivo en cuartos con gol y asistencia y ha superado, con 8 goles en 15 partidos, a Sergio Ramos como máximo goleador de la era Luis Enrique. Casi nada. Levantó el Europeo Sub-17, el Sub-19 con doblete en la final y ha puesto la directa para hacer lo mismo en esta Eurocopa. No tiene techo. Tampoco Pau. El central amarillo se ha caído de los dos últimos onces, pero ha entrado en las dos segundas partes sumando y demostrando que tiene rango de titular. Lo mismo pasa con Gerard. Está en el mejor momento de su carrera y si no fue titular ante Croacia, más allá del estado de forma de Pablo Sarabia, es porque el seleccionador no tiene otro plan B de ataque. Lo necesita en el banquillo para potenciar los cambios en los segundos 45 minutos.