Volvió el fútbol a Mestalla y volvieron los cánticos de protesta contra Meriton. La afición que acudió al Trofeo Naranja no tardó ni un minuto en pedir la marcha del club del máximo accionista Peter Lim y el presidente Anil Murthy a grito de «¡Peter, vete ya!» y «¡Anil, canalla, fuera de Mestalla!». Y eso que el ambiente en el estadio era festivo como tradicionalmente acostumbra todos los veranos en el Naranja. Los cánticos se repitieron también en el segundo tiempo.

Hubo protestas, pero también reconocimientos. La ovación de la noche se la llevó el entrenador José Bordalás. El valencianismo, que no agotó las 3.000 entradas permitidas y se concentró apelotonado y sin distancia en dos gradas, aplaudió a rabiar cuando sonó el nombre del entrenador por la megafonía del estadio. A falta de fichajes (solo Omar Alderete), el técnico alicantino es la estrella. Es la esperanza. El público también aplaudió con fuerza al capitán José Luis Gayà, animó en el partido a Gonçalo Guedes, coreó el nombre de Manu Vallejo y celebró las paradas del georgiano Giorgi Mamardashvili.

Aunque los primeros aplausos llegaron para homenajear a ilustres valencianistas que nos dejaron como Juan Cruz Sol, Abelardo, Paco Brines, José Vicente Cuxart, Vicente Iborra, Alberto Arnal, José Manuel Reina y el pilotari Paco Cabanes ‘El Genovés’ por el que se guardó un minuto de silencio. Se le recordó con un ramo de flores y una camiseta con su nombre en su honor en la estatua homenaje a Vicente Navarro.

Igual de emocionante fue el recuerdo a Españeta. El Naranja era su noche del utillero todos los veranos. Fichara a quien fichara el Valencia. La ovación más grande siempre era para él. La afición coreó su nombre en su honor mientras la imágen de Bernardo y los fallecidos se proyectaban en el videomarcador.

La música la puso el Centre Artístic Musical de Moncada, la banda encargada de tocar antes del partido el himno del Valencia y el regional, esta vez sin castillos artificiales como era una tradición en Mestalla cada verano, pero con la misma emoción de siempre.

Otro de los grandes momentos llegó con el reconocimiento a los sanitarios. El equipo se hizo una foto de familia con los gerentes de La Fe, Clínico, General, Peset, Arnau e IMED como homenaje a un colectivo que lucha en primera línea contra el Covid. En el descanso se rindió homenaje a la Academia, al Femenino, y al fútbol inclusivo y se mandó un caluroso aplauso de ánimo al olímpico Carlos Soler.