En septiembre del año 2000, en plenos Juegos Olímpicos de Sydney, llegó a Barcelona un joven niño argentino de trece años llamado Lionel Messi. En agosto de 2021, veintiún años después, también en plenos Juegos Olímpicos, esta vez de Tokyo, aquel imberbe convertido hoy en hombre, padre de familia y en leyenda viva del barcelonismo y del fútbol mundial, abandona para siempre el FC Barcelona. El mito se va. Ya no hay vuelta atrás.

Una noticia dolorosa, inesperada, seguramente todavía inexplicable para miles de socios y aficionados del Barça en todo el mundo, pero que es una dura realidad. Leo Messi, que terminó oficialmente su relación contractual con la entidad azulgrana el pasado 30 de junio, no renovará por el club de toda su vida tal y como estaba diseñado, planificado y estructura.

En realidad, la noticia que ayer se conoció de forma oficial a través del comunicado que FC Barcelona envió a media tarde, fue una sorpresa mayúscula para todo el mundo del fútbol ya que las dos partes, desde mucho tiempo atrás, habían avanzado en sus negociaciones para firmar la renovación. De hecho, solamente faltaba la firma ya que los documentos ya estaban redactados en su gran mayoría y supervisados por los equipos jurídicos de ambas partes involucrados.

Cinco años por el aire

Se trataba de prolongar el compromiso entre Leo Messi y el FC Barcelona hasta el 30 de junio de 2026, es decir, ampliarlo a cinco temporadas más. Atendiendo a la difícil situación económica en la que se encuentra el FC Barcelona, Messi había aceptado rebajarse el sueldo un 50%, una seña de buena voluntad y de deseo inequívoco de colgar las botas en el Camp Nou.

Aún y así, y a tenor de lo que explicaba ayer la entidad azulgrana en su comunicado, «problemas económicos y estructurales», parece ser que era imposible inscribir a Leo Messi en la Liga de Fútbol Profesional. Eso, a pesar de que el FC Barcelona tiene que recibir 270 millones de euros por parte de la propia patronal merced al acuerdo alcanzado con el fondo de inversión CVC, que se queda con el 10% del negocio del fútbol

Sin embargo, lejos de ser un balón de oxígeno, esa lluvia de dinero (de los 270 millones, 40 de ellos se podían destinar a la masa salarial o a fichar algún jugador), es un contratiempo para el FC Barcelona ya que la entidad azulgrana, al igual que el Real Madrid manifestó también en su comunicado, no está de acuerdo con el acuerdo entre la LaLiga y CVC ya que considera que es hipotecar el futuro del fútbol español y también del Barça en particular.

Hoy viernes el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, explicará con pelos y señales, a partir de las 11,00 horas en el Auditori 1899 del Camp Nou, qué ha pasado en las últimas hora para que se haya producido este giro tan radical en las negociaciones con Leo Messi, ya que el propio dirigente azulgrana siempre se había expresado con optimismo respecto al resultado final de sus conversaciones con el argentino y su padre, Jorge Messi.

Es más, tanto el jugador como su progenitor habían llegado a Barcelona en las últimas horas (el primero desde Ibiza y el segundo desde Argentina) para cerrar los últimos flecos, comenzar a entrenar y ponerse a las órdenes de Ronald Koeman, con la ilusión de seguir ligado al club de toda su vida.

Han sido más de veinte años vistiendo y honrando la camiseta azulgrana. Messi ha sido algo más que un jugador de fútbol. Se va un símbolo, un mito inigualable que deja una huella profunda dentro del FC Barcelona.