José Bordalás se enfrenta a su pasado desde la incertidumbre de su presente. Mestalla, a sus 98 años de vida, abre una de las temporadas más cruciales del Valencia, que esta noche recibe al Getafe aferrándose a pocas pero claras certezas. Ante la ausencia de fichajes, y pese a la cargante sensación de déjà vu entre la hinchada, hay una consigna innegociable, el compromiso más elemental: «Hay que correr. A partir de ahí todo va a fluir y nos va a ir bien», avanzó el técnico, con los primeros signos de impaciencia por la demora en los refuerzos.

El Valencia se aferra a la figura de un entrenador con carácter e ideas marcadas como Bordalás para frenar la involución del equipo en las dos últimas campañas. Probablemente el técnico alicantino habría preferido enfrentarse al Getafe más adelante, con más margen para dotar al Valencia de la base sobre la que se asienta su rival. Como su nuevo entrenador Míchel ha reconocido, el Getafe funciona con la inercia de automatismos, rutinas y memoria táctica que legó Bordalás durante cinco temporadas, un ciclo de estabilidad casi insólito.

El entrenador blanquinegro no se ha resignado ante la parálisis del mercado y ha aprovechado el verano para explorar todas las combinaciones de su equipo, a diferencia del inmovilismo de su antecesor, Javi Gracia. Una de las probaturas que más se han aclimatado es la de Hugo Guillamón como mediocentro defensivo. La presencia del central en la medular, junto a Carlos Soler, será una de las novedades del equipo valencianista junto a la de la portería. Giorgi Mamardashvili, el joven meta georgiano, será titular esta noche tras confirmarse como una de las revelaciones de la pretemporada. Con Cillessen acelerando su puesta a punto, Jaume lesionado y Cristian Rivero como competencia, el portero de 20 años tendrá la posibilidad de demostrar en competición oficial toda la templanza y reflejos que ha exhibido en los amistosos.

El probable «once» que alinee Bordalás tendrá a Mamardashvili bajo palos, Correia, Alderete, Paulista y el capitán Gayà en defensa, un doble pivote con Guillamón y Soler; Cheryshev y Jason en los extremos y en punta de ataque Guedes (con muchos minutos en verano pese a estar en la rampa de salida), formando pareja con Maxi Gómez, ante la que debe ser la temporada de la confirmación del delantero uruguayo. La alineación titular es de garantías, con el añadido de Soler para potenciar la creación de juego, pero las abundantes lesiones (Piccini, Yunus Musah, Toni Lato, Kangin Lee y Jaume Domenech) y la mencionada ausencia de fichajes debilita la rueda de cambios, a expensas del momento de forma de Racic o Wass.

Por su parte, Míchel contará con toda su plantilla a excepción de Nyom y Poveda, tocados, y el sancionado David Timor. El cuadro azulón saldrá con Soria; Iglesias o Damián, Djené, Cabaco, Olivera; el pretendido Maksimovic, Arambarri, Aleñá; Sandro, Enes Ünal y Cucurella.

Con tantos interrogantes, la fortaleza del Valencia dependerá en gran parte de hacerse fuerte en Mestalla, su templo, que ayer registraba 7.500 entradas vendidas de las 15.000 permitidas en total por las restricciones de la pandemia.