Un cabezazo de Ronald Araujo cuando el partido estaba a punto de llegar al final de su tiempo reglamentario evitó otra derrota del Barcelona en el Camp Nou (1-1), esta vez en LaLiga Santander, ante el Granada, que se adelantó a los 2 minutos con otro testarazo de otro central, el de Domingo Duarte. Los azulgranas, que tuvieron todo el encuentro para remontar pero pese a su evidente dominio fueron incapaces de fabricar ocasiones claras de gol, siguen devaluando su cotización.

Tras el baño de realidad que el equipo se dio ante el Bayern en la Champions, Koeman prescindió de la línea de tres centrales para regresar al 4-3-3. Pero el guión del partido tuvo un arranque inesperado con el gol de Duarte nada más empezar.

Un disparo al larguero de Sergi Roberto tras un rechace de la defensa andaluza y otro alto de Memphis en una contra fue todo el peligro local antes de los mejores minutos del Barça en el tiempo añadido de la primera mitad. Araujo cabeceaba a la escuadra y obligaba a Maximiano a volar al palo derecho para enviar el balón a córner. El Barça insistía y el Granada se sentía cada vez más exigido. Sin ideas ni puntería, el técnico neerlandés se la jugaba a la desesperada sacando en el último cuarto de hora a Piqué de delantero centro para que el equipo colgara balones al área. Mingueza estrellaba un centro-chut al larguero y Luuk de Jong cabeceaba fuera desde el área pequeña cuando lo más fácil era marcar. Pero el orgullo de Araujo, imponente durante todo el partido, evitaba ‘in extremis’ la segunda victoria consecutiva del Granada en el feudo azulgrana en medio de un ambiente crispado.