La baja confirmada de Mike Tobey minutos antes del choque por molestias en el pubis no auguraba nada bueno. Sobre todo porque junto al norteamericano estaban sentados viendo el encuentro Klemen Prepelic, Sam Van Rossom, Jasiel Rivero y Xabier López-Arostegui. Todos lesionados. Y así fue. De poco sirvió el gran partido de Víctor Claver, que superó su tope anotador en la ACB con 26 puntos -además de 8 rebotes y 32 de valoración-, o la producción de Bojan Dubljevic -22 puntos- mientras tuvo energía. Y es que, a pesar de ir a remolque durante muchos minutos, el UCAM Murcia supo aprovechar su mayor rotación para dejar sin gasolina a los locales y darle la vuelta al encuentro tras el descanso. Luego llegaría la puntilla con hombres como Czerapowicz y Bellas para certificar la segunda derrota en La Fonteta.

Poco o nada se puede reprochar a un Valencia Basket que, con los siete jugadores sanos del primer equipo -entre ellos jóvenes como Josep Puerto y Jaime Pradilla- y los cinco de L’Alqueria del Basket que vienen ayudando desde la pretemporada, desplegó un buen juego durante muchos minutos y tuvo sus opciones. Y es que no sólo planteó muchas dificultades a su rival, sino que fue superior durante gran parte del choque. Sobre todo en una primera mitad en la que Joan Peñarroya movió sus piezas con una precisión quirúrgica consciente de que, aunque el peso del choque debía recaer en sus ‘siete magníficos’, no podía arriesgarse a que llegasen fundidos al tramo final.

Arrancó el de Terrassa con Dimitrijevic, Puerto, Claver, Pradilla y Dubljevic, un quinteto que le dio un gran resultado desde el salto inicial. Gran parte de culpa la tuvo la alta productividad de Dubljevic en estos primeros compases, lo que unido a una buena defensa pronto puso a los taronja por delante en el electrónico (12-6; min. 4). Los ocho puntos del montenegrino en esos minutos dieron confianza y oxígeno a un equipo que, pese a los problemas que generó Augusto Lima en la pintura, no sufrió demasiado para adueñarse hizo del juego (18-10; min. 6). Llegaban las rotaciones y el turno para cantera junto a Labeyrie y Hermannsson. Había que aguantar el tipo y el equipo, con más problemas eso sí, lo hizo hasta entrado el segundo acto (20-17; min. 11).

A la perdida de cierta frescura y fluidez, se sumaron también problemas en el rebote que el cuadro murciano aprovechó para anotar en segundas e incluso terceras opciones. Afortunadamente, la cosa no pasó de ahí. Claver, y de nuevo Dubljevic, acudieron al rescate para liderar un parcial de 17-2, rubricado con triple de Millán Jiménez, y que dejó my tocado al UCAM (37-19; min. 17). El Valencia Basket había puesto la directa con su mejor baloncesto del encuentro en ambos lados de la pista. Serio y efectivo en defensa, acertado y fluido en ataque. Pero era un ritmo que, con los jóvenes en pista, iba a ser difícil de mantener. Así fue, y el equipo de Sito Alonso lo aprovechó para recortar diferencias. La tensión subía en el duelo y un cara a cara entre el preparador madrileño y el del Valencia Basket se saldo con técnica para ambos. Al descanso se llegó con los locales 11 puntos arriba (42-31; min. 20).

Repitió quinteto Peñarroya tras el paso por los vestuarios, aunque en esta ocasión el factor ‘acierto’ y los desajustes defensivos provocados por el cansancio jugaron en contra del cuadro taronja. El UCAM Murcia se acercaba peligrosamente en el luminoso y había que hacer encaje de bolillos con la rotación (49-45; min. 24). Y cuánto antes. Así lo entendió también la grada, que junto a un Claver pletórico, aumentó los decibelios para ayudar al equipo. Gracias a eso los locales salvaron ese primer momento crítico (57-47; min. 25), pero el encuentro ya había cambiado por entonces. Los errores y las pérdidas del Valencia Basket empezaban a acumularse, mientras el UCAM Murcia seguía llamando a la puerta del partido (57-53; min. 27). Entre otras cosas porque con 18 tiros libres en el cuarto -por 9 del Valencia Basket- todo era más sencillo. Peñarroya decidió poner entonces a Martin Hermannsson a los mandos por un desacertado Dimitrijevic, lo que, junto a un Claver que se echó el equipo a la espalda, permitió al equipo contener al rival lo que restaba de acto (65-60; min. 30).

El choque se movía en un puño y los nervios empezaban a plasmarse en la cancha en forma de errores por parte de ambos conjuntos. Fue sin embargo el Murcia, con más energía en sus piernas, el que supo aprovechar mejor sus opciones para ponerse por primera vez por delante y poner contra las cuerdas al equipo valenciano (70-73; min. 33). Una técnica a Dimitrijevic por protestar y la eliminación por faltas de Josep Puerto complicaron aún más las cosas. La frustración ‘taronja’ iba en aumento y ese fue un enemigo extra de cara al tramo final (70-75; min. 34).

Parecía el principio del fin bajo la dirección de Bellas y la aparición de Chris Czerapowicz. El depósito estaba en reserva ante un rival al que se veía con dos velocidades más (73-82; min. 36). Emergió entonces el orgullo, el carácter, La Fonteta y tres triples seguidos de Hermannsson que devolvieron la fe en el triunfo (82-84; min. 37). Desgraciadamente, no habría milagro. Sin embargo, más allá de la derrota el Valencia Basket demostró que tiene mucho que decir este curso cuando recupere efectivos.