El baloncesto valenciano y el Picanya Bàsquet en particular se tiñen de luto. El fallecimiento de Guillem Ferrer en un accidente de moto en València ha conmocionado a toda la familia deportiva de la entidad de l’Horta Sud, al margen de familiares, amigos, compañeros y rivales.

Una dolorosa noticia que llegó en la noche del miércoles poco después de que acabara su entrenamiento y que llevó al club a anunciar la suspensión de toda actividad deportiva ayer en señal de dolor y en homenaje a Guillem, quien a sus 26 años había logrado junto a sus compañeros el ascenso a Primera Nacional.

En el Picanya Bàsquet desde que era un niño

El propio club, en un comunicado, recuerda la trayectoria del base de Picanya, que empezó a jugar en categoría de benjamín hasta llegar al primer equipo, al margen de haber ejercido también de entrenador en distintas categorías del club, ganándose el cariño y aprecio de todos los que le conocieron.

«Por encima de todo fue un ejemplo de compañerismo, de trabajo por el club, de esfuerzo. Siempre dispuesto a hacer más, a entrenar más, a luchar más en un partido. Quedamos huérfanos de su energía, de su positivismo, de su capacidad de generar entusiasmo. Quedamos huérfanos de una persona excepcional que hacía mejor la vida de todos los que teníamos la suerte de estar a su lado. Un abrazo a su familia, especialmente a Asdrúbal, Marisa y Pepe» señala el club en su comunicado.

La propia Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana se sumó también a las muestras de dolor por su pérdida. «Nuestro más sentido pésame a todos los familiares y compañeros de Guillem en unos momentos tan difíciles. Mucho ánimo Picanya Bàsquet.

Desde Levante EMV nos unimos también al dolor por su adiós y mandamos nuestras condolencias a familiares, amigos, compañeros y a todo el club del Picanya Bàsquet. DEP